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Mike Ambery, economista, aconseja sobre la jubilación: “Es importante tener un fondo de emergencia”
Tener un buen colchón para imprevistos es tan crucial durante la jubilación como en la vida laboral, y los expertos ya le han puesto cifra: un ahorro que cubra hasta tres años de gastos

La jubilación, ese merecido descanso tras una vida de trabajo, no está exenta de imprevistos. Un electrodoméstico que se estropea, una reforma inesperada en casa o un problema de salud pueden desestabilizar la economía doméstica en una etapa en la que los ingresos suelen ser fijos y más limitados. Por este motivo, los expertos financieros lanzan una advertencia clara: disponer de un colchón económico de emergencia es tan crucial durante la jubilación como lo fue durante la vida laboral activa.
De hecho, la tranquilidad que aporta esta red de seguridad va más allá de lo puramente monetario. Una avería grave en el coche, una derrama imprevista en la comunidad de vecinos o la necesidad de ayudar económicamente a un familiar son situaciones que pueden generar un estrés considerable. Contar con un fondo de respaldo permite afrontar estos contratiempos sin la angustia de tener que vender activos de forma precipitada o de poner en riesgo el patrimonio acumulado durante décadas, permitiendo así proteger la estabilidad financiera en los años dorados.
En este sentido, la recomendación de los especialistas es contundente y se basa en cálculos concretos. La cantidad ideal que se debería apartar equivale a entre uno y tres años de gastos habituales. Tomando como referencia que el coste de vida mensual para una persona mayor de 60 años puede rondar los 1.600 euros, una cifra que sirve como una base sólida para calcular el objetivo de ahorro personal y garantizar una cobertura adecuada ante cualquier eventualidad.
Cómo construir un fondo de emergencia para la jubilación
Para alcanzar esta meta, los especialistas proponen una hoja de ruta sencilla pero que requiere disciplina. El primer paso consiste en determinar el objetivo concreto, decidiendo cuántos meses de gastos se quieren cubrir dentro de esa horquilla recomendada. En esta decisión influyen factores muy personales, como el estado de salud, la existencia de otras fuentes de ingresos complementarias a la pensión o las posibles responsabilidades familiares que todavía puedan existir, las cuales deben ser evaluadas con detenimiento.
Por otro lado, la estrategia más eficaz para materializar el ahorro es la constancia. Una vez definida la cantidad total, se aconseja automatizar el proceso de ahorro mediante transferencias periódicas desde la cuenta corriente a una cuenta de ahorro separada y de fácil acceso. Este método, que requiere un pequeño esfuerzo inicial para su configuración, garantiza que el fondo crezca de manera constante. El asesor financiero Mike Ambery lo resume con claridad en Thisismoney: «Es importante tener un fondo de emergencia», una máxima que cobra especial relevancia en esta etapa de la vida.
En definitiva, esta planificación no debe verse como un sacrificio, sino como una inversión en calidad de vida. La disciplina de mantener y nutrir este fondo se traduce directamente en la capacidad de disfrutar de una jubilación sin sobresaltos económicos, asegurando que los imprevistos no comprometan el bienestar y la independencia por los que tanto se ha trabajado.