Banca

Nueva andanada de CaixaBank contra el Gobierno: «Discrimina y penaliza a las empresas grandes por ser grandes»

El CEO del banco, Gonzalo Gortázar, carga de nuevo contra el "impuestazo" a la banca: «Es como darse un tiro en el pie»

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, interviene durante la presentación de los resultados de la entidad de los nueve primeros meses de 2022
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo GortázarRober SolsonaEuropa Press

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha vuelto a cargar contra el impuesto extraordinario a la banca, que según el pacto de Gobierno PSOE-Sumar firmado esta semana, pretenden que sea indefinido. «No es buena idea. Es como pegarse un tiro en el pie. Si castigamos al aparato circulatorio, castigamos a toda la economía», enfatizó durante la rueda de prensa de la presentación de resultados del tercer trimestre, en los que CaixaBank ha ganado 3.659 millones de euros, un 48,2% más. Gortázar subrayó que los bancos españoles sufren una «discriminación adicional» con este impuesto. «No podemos penalizar a las grandes empresas por ser grandes», sobre todo porque «la gran corporación es mucho más productiva que la pequeña».

Su denuncia fue aún más lejos y abundó en que este tributo «discrimina a la banca regulada e incentiva que la actividad se vaya desde la banca regulada a la banca en la sombra. No tiene sentido». En el mismo sentido insistió en que también «estamos discriminados respecto a bancos extranjeros que compiten en operaciones de financiación en España», e incluso apuntó que la banca está «en desventaja con la cajas rurales en operaciones en la llamada España vaciada, al estar estas entidades exentas del pago del impuesto bancario».

Asimismo, Gortázar defendió que pese a que el beneficio del banco «puede parecer extraordinariamente elevado, no lo es», porque hay que ponerlo «en contexto con los fondos propios y con la base de accionistas», con una rentabilidad del 11,9%, un «nivel razonable», pero que «ni siquiera cubre el coste del capital», que estaría en torno al 13% o al 14%, por eso «estamos muy lejos de lograr un beneficio récord este año y respecto a las rentabilidades obtenidas en ejercicios pasados». Y «no tenemos beneficios caídos del cielo», ya que los porcentajes de incrementos en el beneficio son fruto de la subida de tipos, pero «el año que viene no se verán al mismo nivel, sino que serán mucho más moderados».

El acuerdo programático también incluía endurecer la tributación mínima del 15% en el Impuesto de Sociedades, por lo que el CEO defendió en que el grupo bancario afronta ya un tipo efectivo del 36%, y que su carga fiscal se tradujo en 2.093 millones en impuestos devengados, incluyendo el Impuesto de Sociedades, el impuesto a la banca y el de los depósitos. «Hay una discriminación adicional que no está justificada y que conoce el Gobierno», al que volvió a reclamar que el impuesto debe ser «sobre los ingresos y no sobre los beneficios».

Gortázar también confirmó que la entidad prepara una revisión al alza de la remuneración al accionista, ya que «estamos notablemente por encima» de los objetivos marcados hasta 2024. Por ello, se estudia una actualización del plan estratégico en enero, al haber rebasado ya en el tercer trimestre la rentabilidad ROTE del 12% prevista, hasta alcanzar un 14,1%. Así, la remuneración al accionista mejorará los 9.000 millones marcados en el periodo 2022-2024, incluyendo dividendos en efectivo y recompras de acciones.

Toque a las inversiones

Preguntado por los periodistas sobre la amenaza de Repsol de cambiar sus inversiones y trasladarlas al extranjero si persiste el impuesto extraordinario a las energéticas y no se garantiza la seguridad jurídica, Gortázar fue muy claro y avisó de que el aumento de la fiscalidad «puede provocar que no se crezca en financiación». Aunque ha negado que el banco tenga previsto reducir las inversiones, sí que ha reconocido que la actual inestabilidad es «un aliciente para no crecer en financiación. Invertir en España versus no invertir en España tiene que ver con qué hacemos con el capital que vamos generando», ya que si se queda en la entidad se verá sometido al impuesto a la banca.

Respecto al Código de Buenas Prácticas para hipotecados vulnerables o en riesgo de serlo, el CEO confirmó que sólo se están gestionando unas 6.000 solicitudes. «Afortunadamente, la economía ha ido mucho mejor de lo que se esperaba y han sido menos las personas afectadas».