A Acerinox le han sentado bien los nuevos aranceles impuestos por Donald Trump al acero. El pasado viernes, el presidente de Estados Unidos anunció que a partir del próximo día 4, elevará del 25% al 50% el gravamen para las importaciones de acero a este país. Una medida, sin embargo, que en el caso de Acerinox, ha supuesto un verdadero revulsivo para sus acciones, que han cerrado hoy con una subida de un 5,28% y han llegado incluso a escalar al inicio de la sesión más de un 6% impulsadas por su buen posicionamiento en Estados Unidos, que le permitirá evitar estos aranceles.

Como asegura un análisis de Bankinter, la noticia es "positiva" para Acerinox, ya que "produce en Estados Unidos acero inoxidable (NAS), donde es uno de los principales productores y de aleaciones de alto rendimiento" a través de la recién adquirida Haynes Internacional.

En febrero del año pasado, la compañía española anunció la compra de Haynes International por 740,5 millones de euros, lo que representa un valor de empresa (con deuda) de 900 millones de euros.

La compañía, con sede central en Kokomo (Indiana), es uno de los productores más grandes de aleaciones a base de níquel y cobalto resistentes a la corrosión y altas temperaturas. Según sus estimaciones para el pasado ejercicio, preveía unos ingresos superiores a los 568 millones de euros -al cambio actual- y un resultado bruto de explotación (ebitda) de 84 millones de euros. La firma cuenta con tres fábricas en Estados Unidos (Indiana, Carolina del Norte y Luisiana) y once oficinas repartidas entre Norteamérica, Europa y Asia.

La española compró el año pasado la estadounidense Haynes Internacional, con tras fábricas en EE UU

Con la operación, Acerinox apuntaló su crecimiento en Norteamérica, donde planea invertir 185 millones de euros entre 2024 y 2028, principalmente en las operaciones de Haynes en Kokomo, y aseguró que mejoraría sus márgenes e incrementaría su posición en el mercado mundial de las aleaciones de alto rendimiento.

Trump, que realizó su anuncio sobre los aranceles en la fábrica de Pittsburg de US Steel, aseguró en el acto que "una industria siderúrgica fuerte no es solo una cuestión de dignidad, prosperidad y orgullo. Es, sobre todo, una cuestión de seguridad nacional".

El anuncio de Trump tuvo lugar apenas un día después de que una Corte de Apelaciones levantara el bloqueo del Tribunal de Comercio Internacional de buena parte de la política arancelaria de Trump sobre las importaciones de numerosos países.