
Análisis
El precio de ignorar la economía: la razón frente a los algoritmos
La reciente caída en el mercado de las criptomonedas no es un accidente: cuando suben los tipos de interés o aumenta la incertidumbre por las tensiones comerciales, el hambre de riesgo se desvanece

El llamado dinero del futuro ha descubierto en los últimos días que el futuro también tiene sus ciclos y que el valor no está en las cadenas de unos y ceros digitales sino en la confianza que tenemos los seres humanos. Llevamos años pensando que las criptomonedas viven en una galaxia propia en la que el dinero no depende de los bancos centrales ni de muchas leyes de la economía ya que nos prometen libertad frente a bancos, gobiernos y políticas monetarias, convirtiéndose en el eje de un nuevo orden financiero.
La reciente caída en el mercado de las criptomonedas parece una lección de física de instituto donde nos decían que todo cae por la ley de la gravedad lo que aplicado al dinero digital se puede traducir en que lo que sube sin fundamentos acaba con vértigo y que criptomonedas fuertes como el Bitcoin, que prometen desafiar al sistema financiero mundial, se muestran sensibles a las decisiones políticas y financieras. Así, lo ocurrido en el mercado cripto no es un accidente sino una consecuencia derivada de la propia economía, pues cuando suben los tipos de interés o aumenta la incertidumbre por las tensiones comerciales, el hambre de riesgo se desvanece.
La magnitud de la caída nos sugiere que la gran narrativa del dinero digital comienza a desinflarse pues la tecnología siempre termina chocando con los mercados, que no son sistemas perfectos de cálculo, sino reflejos de nuestras expectativas, temores y emociones más volátiles.
Al final, el dinero, sea en la forma que sea, no dejará de ser un pacto social, un relato compartido por el que sólo vale mientras la gente lo crea y las criptomonedas no son ajenas a este pacto pues la confianza no se sustituye por código de algoritmos ni las autoridades económicas por consenso. Aun así, el desplome no marca el final del sueño cripto, sino su paso a la edad adulta, pues estoy convencido de que este paso atrás servirá para que tome impulso a futuro en el que las criptomonedas serán más sobrias y estables, donde la promesa de destruir el sistema ha cedido a la necesidad de convivir con él.
Juan Carlos Higueras es Doctor en Economía y Vicedecano de EAE Business School
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