
Estudio
La presión regulatoria, la inseguridad jurídica y la falta de incentivos fiscales golpea la confianza de los inversores en España
Madrid concentra más del 64% de la inversión extranjera

El empeoramiento del entorno regulatorio, la falta de incentivos fiscales o la ausencia de eficacia de los procesos legales, que ha provocado una gran inseguridad jurídica, ha hecho perder a España dos posiciones en la lista de países que más confianza generan a los inversores extranjeros en lo que va de año y ha pasado de la novena a la undécima, tras acumular una caída del 13% de este indicador de confianza de 25 países que lideran Estados Unidos y Canadá, elaborado por el IEE y la consultora Kearney. "Entre los factores determinantes en la retirada de la inversión está la inestabilidad política o la corrupción", ha afirmado el director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Gregorio Izquierdo, que ha señalado que la cuestión de la estabilidad política que se registra en España en la actualidad "no es percibida como permanente. Es más bien percibida como circunstancias transitorias por parte de terceros y, por lo tanto, yo creo que, afortunadamente, su impacto sobre la inversión, que sin duda es negativo, está siendo relativamente limitado".
En este contexto, el informe recomienda adoptar medidas estructurales, como "reforzar la seguridad jurídica, simplificar el entramado normativo y garantizar un entorno legal estable y transparente", especialmente en sectores estratégicos como energía y telecomunicaciones. También se aboga por "modernizar la legislación sobre inversiones extranjeras, armonizarla con los marcos europeos y evitar políticas intervencionistas que generen incertidumbre", como en el caso del sector inmobiliario y por la "reducción de cargas burocráticas" mediante procesos más ágiles y digitalizados facilitará la actividad inversora.
También sugiere el informe que se debe establecer una política competitiva que no incremente la carga impositiva y que contemple incentivos específicos para I+D+i y sectores clave. Se propone promover la atracción de talento internacional, integrándolo con los recursos locales. Además, reclama que se impulsen alianzas público-privadas en infraestructuras y se incentiven la inversión en innovación y digitalización -a través de clústeres sectoriales y zonas económicas especiales- para crear un entorno más favorable para la inversión extranjera a largo plazo.
Los expertos del IEE y Kearny destacan que España tiene una localización estratégica y unas infraestructuras "de primer nivel", con una fuerza laboral "altamente cualificada" y un liderazgo en sectores como turismo y renovables, pero advierten sobre las "debilidades y obstáculos" que comprometen la posición favorable de la economía española, como "las cargas burocráticas, la complejidad de la regulación, la inestabilidad política, la inseguridad jurídica o la elevación de costes empresariales.
En una encuesta realizada entre las empresas se constata que entre los factores clave para la atracción de la inversión, el 32% de los encuestados cita el desempeño económico del mercado español como la razón más fuerte para invertir en España, seguido por su innovación tecnológica (29%) y la calidad de la infraestructura (26%). Pero estos motivos positivos no han servido para mantener a la economía española en el top 10 de esta clasificación tras cuatro años consecutivos de permanencia y amplía la brecha con Estados Unidos, cuya calificación supera en un 23,3 % la de España, mientras que este año se ha visto superada también por Italia.
Izquierdo ha reconocido que los acontecimientos que están enturbiando la vida política y social del país, evidentemente "no ayudan", pero cree que son "algo puntual" y no "un factor determinante" para que se produzca una reversión de dicha inversión. No obstante, ha insistido en que sí podrían provocar un retraso en la decisión de invertir en el país y, por ello, ha considerado "importante" superar esta situación porque los datos apuntan a que España podría atraer más inversión.
Respecto al origen de los flujos de inversión, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania figuran como los principales, y el primero de ellos "destaca por un crecimiento sostenido que supera los 6.600 millones de euros anuales", detalla el informe. Los sectores que más inversión extranjera directa reciben son la industria manufacturera y las actividades vinculadas a la información y comunicaciones, seguidos por construcción, finanzas, seguros y servicios científicos y técnicos.
Madrid vuelve a liderar la inversión extranjera en España, concentra más del 64% de la inversión directa extranjera en España y se posiciona como "centro neurálgico" por su papel como sede de multinacionales y empresas de servicios, seguida de muy de lejos Cataluña y con una "participación decreciente". País Vasco y Comunidad Valenciana están ganando peso, lo que evidencia una progresiva diversificación regional de la inversión.
Estados Unidos y Canadá encabezan el ranking, que refleja una clara preferencia por mercados desarrollados, con 18 países de la OCDE y solo ocho de la UE en el Top 25. La presencia de economías emergentes ha disminuido, aunque aún figuran seis de ellas, encabezadas por China, Emiratos Árabes Unidos e India. El estudio destaca que la economía española abandona el 'top 10' tras cuatro años consecutivos de permanencia en este ranking, ampliándose, a su vez, la brecha con Estados Unidos, cuya calificación supera en un 23,3% la de España. En comparación con los principales socios europeos, España se ha posicionado históricamente por detrás de Alemania y Francia, y en 2025 se ha visto igualmente superada por Italia.
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