“Para que una marca consiga crecer a largo plazo, siempre debe tener miedo a desaparecer”

El fabricante chino de teléfonos móviles realme tiene el objetivo de crecer el 100% en los próximos 3 años en Europa y alcanzar una cuota de mercado del 8% en los países principales en este 2023 con un especial enfoque en el mercado de los usuarios más jóvenes.

Para lograr estos objetivos, Francis Wong, presidente de realme en Europa, asegura a La Razón que tienen cuatro políticas. Por un lado, que cada lanzamiento de producto incorpore las últimas tecnologías, de forma que “cada producto que realme lance sea un producto de salto hacia adelante, con al menos una característica de salto hacia adelante que sea la mejor indiscutible de su clase”.

Para ello, se compromete a “invertir en innovación tecnológica”, especialmente en rendimiento, fotografía y diseño, puesto que, según su opinión, son las tres áreas que los usuarios jóvenes consideran más importantes. Aunque la compañía tendrá productos de gama alta, el enfoque seguirá siendo el segmento de precios básico de 100-400 euros, pero, según Wong, “aportando innovaciones a los productos de la gama de precios de 500-600 euros”.

Por último, realme Europa va a centrarse en España, Polonia, Italia y los Balcanes.

Errores del pasado

Antes de enumerar estos retos, Wong hizo un repaso de los logros cosechados en el pasado sin negar tampoco los errores cometidos.

“En 2018, realme entró en el abarrotado mercado (más de 700 marcas) de los fabricantes de smartphones como un recién llegado. A los dos años de su creación, realme fue nombrada la marca de teléfonos inteligentes de más rápido crecimiento del mundo durante cuatro trimestres consecutivos”, contextualiza el presidente europeo, subrayando que, según la consultora Strategy Analytics, en 2021 consiguieron el récord de llegar a los 100 millones en ventas acumuladas en solo 37 meses. “Ese mismo año, realme ocupó por primera vez el sexto puesto en el mercado mundial de smartphones, convirtiéndose en la marca mainstream más joven del mundo”, detalla.

Sin embargo, Wong no niega que la pandemia golpeó a la compañía y que sufrieron en 2022 “el mismo revés, debido al lanzamiento de demasiados productos y a la falta de una estrategia de ventas razonable” por lo que “el negocio de realme experimentó grandes pérdidas”.

Por eso, en este 2023 la compañía ha cambiado su estrategia, centrándose de nuevo en la gama de entrada y en el público joven. “Con la mejora de la competitividad de los productos de realme, la optimización de los costes de los productos y la concentración de los recursos, el negocio mundial alcanzó la rentabilidad en el primer semestre de 2023. Esperamos que este año sea el más rentable desde la entrada de realme en Europa”, añade Wong.

Miedo a desaparecer

Realme no es la primera marca china que experimenta unos grandes crecimientos y que aspira incluso a liderar el mercado. Pero otros fabricantes que lo lograron (como Huawei o HTC) acabaron casi desapareciendo después de alcanzar la gloria. Cuando le preguntamos si teme atravesar el mismo camino, Wong reconoce, sin tapujos, que sí.

“Sí, tenemos miedo”, sentencia. “Y creemos que para que una marca consiga crecer a largo plazo, siempre debe tener miedo: miedo al consumidor, miedo a la competencia de otras marcas y miedo al mercado. Así que siempre tenemos miedo, y el miedo nos estimula a ser mejores y estar más centrados en cada decisión que tomamos”, reflexiona.

El presidente de realme Europa asegura que, en su empresa, están convencidos de que “centrarnos más en el producto es la mejor manera de evitar” esa situación de peligro. “Mientras realme siga descubriendo productos que sorprendan a los consumidores, podremos conseguir una cuota de mercado estable y un crecimiento más sólido”.

Público joven

El público objetivo de esta empresa está en los usuarios más jóvenes. Se decidió así desde el inicio como una manera de diferenciarse de la competencia. “Descubrimos que el diseño de los teléfonos inteligentes en el mercado era similar y aburrido, y los teléfonos inteligentes con tecnología de vanguardia siempre eran impopulares debido a su alto precio”, relata Wong.

Mientras, los jóvenes se perfilaban como los principales consumidores y buscaban “tecnología punta y diseño estético”. Por eso, “la tecnología de vanguardia y el diseño que marca tendencia son los dos pilares que diferencian a realme de otras marcas”. Para ello, realme cuenta con “un equipo joven con una media de edad de tan solo 28 años, que entiende las necesidades de los jóvenes”, defiende Wong.