Finanzas

La subida de tipos y la negativa de la banca a remunerar los depósitos disparan las amortizaciones hipotecarias a 30.000 millones

El Banco de España estima que, hasta junio, el volumen total pagado para adelantar préstamos para vivienda por adelantado equivale al 6% del saldo de hipotecas vivas

Cartel promocional de hipotecas de un banco
Cartel promocional de hipotecas de un bancoJesús G FeriaLa Razón

Los españoles con ahorros en el banco -que cada vez empiezan a ser menos- están apostando de forma decidida por amortizar sus préstamos hipotecarios. El Banco de España estima que el volumen total amortizado en la primera mitad de 2023 suponía el 6% del saldo de hipotecas vivas, frente al 5% del mismo periodo del año anterior, según recoge la institución en el último Informe de Estabilidad Financiera publicado el pasado lunes.

En números redondos, y puesto que el saldo de hipotecas vivas rondaba los 511.000 millones de euros a comienzos de ejercicio, supone que la cantidad amortizada hasta junio sería de 30.660 millones de euros.

La decidida apuesta de las familias por pagar su hipoteca por adelantado tiene que ver tanto con la necesidad como con la oportunidad, según el análisis de sus causas que hace la institución que dirige Pablo Hernández de Cos. El informe del Banco de España asegura en primer lugar el «estímulo» que supone el incremento de los tipos de interés de los préstamos a tipo variable. Las subidas de tipos del Banco Central Europeo (BCE), frenadas en su última reunión, han provocado que el tipo de interés medio para el total de préstamos hipotecarios se situase en el 3,62% el pasado mes de agosto, su cifra más elevada desde octubre de 2014, con un plazo medio de 23 años, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En el caso del tipo inicial, escaló 1,3 puntos con respecto al mismo mes del año pasado, hasta el 3,25%, su cifra más alta desde julio de 2016.

Pero las subidas del precio oficial del dinero no sólo están impactando en los nuevos créditos que se firman sino en los ya firmados. Los de tipo variable se están viendo severamente golpeados por la escalada del euríbor, el tipo de interés al que se prestan dinero los bancos y que corre paralelo a los tipos que fija el BCE. Aunque en octubre apenas ha avanzado 0,011 puntos con respecto al dato que registró en septiembre,las cuotas mensuales de los créditos se han seguido encareciendo. Un préstamo variable tipo de 150.000 años de 25 años de duración con un interés del euríbor más un diferencial del 1% se va a encarecer si se revisa con el euríbor de octubre unos 1.550 euros al año.

Con este delicado panorama, la amortización de la hipoteca permite sus titulares ahorrar dinero en estos crecientes intereses, especialmente en los primeros años de vida del préstamos, que es cuando son más elevados en el sistema español.

Depósitos

El segundo factor al que el Banco de España achaca este furor amortizador es la negativa de los bancos a remunerar de forma elevada los depósitos. Con las alforjas de la liquidez llenas hasta los topes tras años de dinero muy barato, las entidades no tienen necesidad de captar fondos a través de estos productos. Y no lo están haciendo. Aunque en septiembre tanto CaixaBank como ING lanzaron sendos depósitos con remuneraciones del 2%, la gran banca en general sigue cerrada en banda a pagar en serio por los ahorros. Sólo aquellas entidades más pequeñas y la banca online, más necesitada de liquidez para sus operaciones, ofrecen depósitos remunerados a tipos interesantes.

A estos dos incentivos se suma el aprobado por el Gobierno para eliminar las comisiones en este tipo de operaciones. A finales del pasado ejercicio, el Ejecutivo anunció una serie de medidas para afrontar el meteórico incremento del euríbor que incluyen la eliminación de las comisiones por amortizar hipoteca de forma temporal en este ejercicio.

El elevado ritmo de amortizaciones así como la contracción del volumen de crédito nuevo concedido han intensificado la senda descendente del saldo vivo de las hipotecas. En concreto, y según los datos del Banco de España, en el segundo semestre se situó un 2,6% por debajo del mismo periodo de 2022, por debajo de los 500.000 millones de euros.

La caída del volumen de crédito nuevo concedido tiene que ver, como asegura la entidad, tanto con la cantidad de préstamos concedidos como con su cuantía, que se han ido recortando. En lo que llevamos de año, con los datos acumulados de enero a agosto recopilados por el INE, la caída del número de hipotecas concedidas es del 15,4%, en el importe medio del 2,3% y en el importe total concedido del 17%. Buena parte de esta caída tiene que ver con que muchas operaciones de compraventa de viviendas se están cerrando sin financiación. En el mes de agosto, las hipotecas concedidas significaron un 58% respecto a las transacciones cuando, históricamente, esta cifra se ha situado entre el 70% y el 80%.