Política monetaria
El BCE hace una pausa y congela los tipos de interés en el 4,5% tras diez alzas consecutivas
El precio del dinero se sitúa en máximos desde 2001
La batalla para doblegar la inflación parece que comienza a dar sus frutos. El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves volver dejar el precio del dinero en el 4,5%, tras diez incrementos consecutivos. Esto supone un pequeño alivio para los que tienen suscrita una hipoteca a tipo variable, ya que esta decisión no supondrá un nuevo encarecimiento del euríbor. A pesar de esto, nada indica que la entidad monetaria vaya a realizar recortes en el corto plazo, por lo que el precio del dinero se mantiene en su máximo desde el año 2001. La propia presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha asegurado que hablar de bajadas es “demasiado prematuro” y que los próximos movimientos dependerán de los datos de los que dispongan la entidad.
Muchas voces pedían en el mes de septiembre que el Banco Central Europeo decidiera hacer un alto en el camino en sus subidas continuadas de tipos de interés, ante el peligro de arrastrar a la zona euro a la tan temida recesión, tras el frenazo subido por la tradicional locomotora alemana. Ha sido necesario esperar hasta este mes de octubre para que se produzca esta pausa. Los últimos datos del mes de septiembre sobre la inflación han sido los causantes, ya que esta cayó al 4,3% interanual, su nivel más bajo desde octubre de 2021, cuando comenzaron las tensiones en el mercado energético. A pesar de esto, la entidad monetaria constata que la inflación continuará siendo “demasiado alta durante demasiado tiempo” y alerta de riesgos geopolíticos como el conflicto en Oriente Medio, que puede elevar los precios de la energía a corto plazo, o el encarecimiento de los alimentos debido al cambio climático.
Las últimas previsiones del BCE de mediados de septiembre contemplaban un precio del petróleo en 82,7 dólares en 2024 y en 77,9 dólares en 2025, pero estos cálculos parecen bajos en vista de la reciente escalada. De momento, los precios del petróleo se han disparado en los mercados de futuros y existe mucha incertidumbre sobre qué va a ocurrir. Asimismo, un aumento de los salarios o de los márgenes de beneficio más elevado de lo anticipado en la zona del euro podría incrementar la inflación, también a medio plazo.
La gran pregunta es si esta parada supone un punto de inflexión en la política monetaria del Eurobanco o sólo un alivio temporal que no excluya más subidas en los meses venideros. Por una parte, el Eurobanco asegura que mantener estos niveles durante “una duración lo suficientemente larga” puede hacer bajar la inflación, dando a entender que no habrá nuevos incrementos, si bien el comunicado también explica los tipos de interés se situarán en unos “niveles lo suficientemente restrictivos el tiempo que sea necesario.
En sus últimas previsiones, la entidad monetaria calcula que la subida de precios será del 5,1% en 2023 y del 2,9% en 2024 y habrá que esperar hasta 2025 para que esta cifra sea del 2,2%, cerca del objetivo del BCE del 2%. Estos datos suponen un alza para 2023 y 2024 respecto a las últimas previsiones de la entidad y una ligera bajada para 2025. Como relativa buena noticia, la inflación subyacente que excluye la energía y al comida será del 5,1% en 2023, 2,9% en 2024 y 2,2% en 2025. Cifras bastante altas pero que suponen una ligera revisión a la baja respecto a los anteriores vaticinios de la entidad monetaria.
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