Talgo Avril: un estreno «ruidoso» y «vibrante»

Los fríos números aseguran que el estreno del esperado Talgo S-106 ha sido un éxito. Renfe anunció el pasado miércoles a través de un comunicado que desde su puesta en marcha el pasado 21 de mayo, el conocido como Avril, que ha llevado la alta velocidad a Asturias y las ciudades gallegas, ha sido utilizado por más de 100.000 viajeros en todos los corredores en los que presta servicio, que también incluyen los de Madrid-Zaragoza-Barcelona-Figueres, Comunidad Valenciana y Murcia. La tasa de ocupación media de los S-106 ha sido del 92%, según la operadora. Muchos viajeros, pero también muchas quejas de muchos de ellos. Y es que expertos y no tan expertos han criticado aspectos del Avril como su insonorización, sus vibraciones o sus asientos tras sus primeros viajes a bordo.

Una de las críticas más ácidas que quizá se han hecho del tren ha sido la del canal especializado de YouTube Simply Railway. En un vídeo de veinte minutos de duración, asegura en primer lugar que «a pesar de su gran aspecto», los asientos «son malos», añadiendo que «casi no se reclinan».

Ya en ruta, el vídeo destaca el ruido que hace el Avril en marcha así como sus vibraciones que, añade, no mejoran respecto a otros modelos de Talgo y que ilustra con una taza de café que tiembla de manera visible cuando el tren alcanza los 300 kilómetros por hora y una puerta de un baño igual de temblorosa por el traqueteo producido por las vibraciones.

De modo sarcástico, y montado ya en otro tren de alta velocidad, en un post en X, la cuenta de Simply Railway dice estar «feliz de no estar ya en un Talgo Avril».

El medio especializado Trenvista también se hace eco de las «numerosas quejas entre los viajeros» referidas a los aspectos apuntados por Simply Railway, destacando que los asientos «son bastante incómodos en comparación con los que usan otros trenes destinados a servicios AVE».

De los asientos, otro usuario de X, Apachecus 64A, que se define como técnico de Renfe, resumía su experiencia de viaje en el Avril afirmando que «de seguro que la persona que busque ahorro de tiempo de viaje le vendrá muy bien, pero el que busca comodidad, tendrá que seguir apostando por el Alvia hasta que decidan reemplazar los asientos por unos más cómodos».

Trenvista también pone el foco en los pequeños problemas técnicos que han sufrido algunos de los trenes, como los de las puertas y los equipos eléctricos. Técnicos de Talgo van embarcados estos días en los trenes como suele ser habitual cuando se lanza un producto en fase comercial para solucionar los posibles problemas que puedan ir surgiendo, según aseguran fuentes del sector ferroviario.

Retrasos

Más allá de las críticas sobre la comodidad del tren, el estreno del Avril ha estado jalonado también de diversos retrasos. El mismo día de su puesta en servicio comercial, el que salía de Vigo se quedó parado a escasos metros de la estación de Orense por una avería que, según Adif, se produjo en su pantógrafo, el sistema que montan los trenes en su parte superior para recibir la corriente de la catenaria. El tren tuvo que ser remolcado por un Alvia hasta la estación orensana y, posteriormente, a sus afueras. Allí pudo finalmente reanudar la marcha por sus propios medios, pero finalmente acumuló un retraso cuando llegó a Madrid de 133 minutos.

El miércoles de esta misma semana, otro de los trenes, el que tenía que salir de la estación madrileña de Chamartín con destino a La Coruña a las 14.41 horas, sufrió otro percance que le hizo llegar a la estación gallega con otros 131 minutos de demora.

Los retrasos también han estado presentes en la operativa de los trenes que tienen como destino Asturias. El martes y el miércoles, por ejemplo, dos de los trenes acumularon sendos retrasos que rondaron la hora.

Desde el sector creen que las críticas son fruto de experiencia de cliente, «que son relativas»

A pesar de todos estos percances, que no han revestido especial gravedad, fuentes del sector aseguran que en el cuartel general de Talgo hay tranquilidad. El fabricante, aseguran, está centrado ahora mismo en suministrar a Renfe las otras veinte unidades del Avril que incluye el contrato además de las diez que ya circulan, y en afinar esta flota.

Desde el sector también se rompe una lanza en favor del constructor español y se defiende que este tipo de material se suele diseñar y fabricar atendiendo a los deseos del cliente, en este caso, Renfe. Recuerdan en este sentido que Talgo construyó una maqueta a escala real del Avril en la que se incluían todos los conceptos ahora plasmados en el tren y que han recibido críticas como la iluminación, el mullido de los asientos o la disposición de algunos asientos en composición 3+2. En todo caso, añaden, cuando surgen problemas, «los fabricantes toman nota y hacen las rectificaciones que son necesarias».

De las quejas se subraya también que, al final, «todo es experiencia del cliente» y, en este aspecto, todo es relativo y depende de la percepción que tenga cada persona.