Opinión

¿Traición interna a Díaz Ayuso?

En la Comunidad de Madrid alguien ha encontrado una vía, original y novedosa, pero también tramposa, para acogerse a la condonación

Ayuso con traje negro.
Ayuso con traje negro.Comunidad de Madrid

Konrad Adenauer (1876-1976), el artífice de la reconstrucción alemana tras la Segunda Guerra Mundial, habría dicho que «hay tres tipos de enemigos: enemigos a secas, los enemigos mortales y los compañeros de partido». Algo parecido popularizaría años más tarde el democristiano italiano Giulio Andreotti (1919-2013), siete veces presidente del Consejo de Ministros italiano y personaje legendario en las bambalinas partidistas y políticas de Italia.

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, es probable que coincida con Adenauer y Andreotti en el peligro de los compañeros de partido. La líder madrileña, quizá la penúltima liberal –por mucho que sea un liberalismo algo castizo–, se enfrenta a lo que sería una ruptura de su discurso histórico en el de la financiación autonómica y del control del gasto.

Ayuso, hasta ahora, se ha plantado ante el plan del Gobierno de condonar la deuda autonómica contraída con el Estado, unos 83.000 millones, de los que 8.000 corresponderían a Madrid. Es una exigencia de los «indepes» catalanes que, por otra parte, no perdona nada, porque deberán pagarlo todos los españoles. Eso sí, permitiría a los Gobiernos autonómicos volver a endeudarse y gastar más, sobre todo gastar más.

En la Comunidad de Madrid alguien ha encontrado una vía, original y novedosa, pero sobre todo tramposa y traidora, para acogerse a la condonación. Esgrimen que en la práctica es obligatorio aceptarla, porque en el caso contrario los madrileños soportarían más carga fiscal. Altos cargos de la Comunidad, más cercanos a una socialdemocracia de derechas –por contradictorio que parezca–que al liberalismo, lo ven con buenos ojos y van a intentar que salga adelante para, claro, poder gastar más.

Puede tener buena venta y aplauso popular, pero supondría una traición a lo que ha defendido Díaz Ayuso, desde la ortodoxia, que se vería atrapada por lo que algunos presentarán como una solución práctica porque ¿cómo rechazar el perdón de una deuda y tener recursos para gastar mas? Todo es posible, pero significaría un requiebro en la trayectoria exitosa y sin complejos de Díaz Ayuso, sabedora del peligro de los compañeros de partido, como decía Adenauer.