Educación
Las carencias de la ley Celáa y de las anteriores leyes educativas
Desde la instauración de la democracia, con mayor o menor despliegue, han sido siete las leyes educativas publicadas en España. Todas sin un gran consenso parlamentario.
Actualmente se habla de la ley Celáa. Antes fue la ley Wert, la ley Pertierra, la ley Rubalcaba… Desde la instauración de la democracia, con mayor o menor despliegue, han sido siete las leyes educativas publicadas en España. Todas sin un gran consenso parlamentario.
A todos los impulsores de las diferentes leyes educativas se les olvida que aunque se contara con un gran Pacto de Estado en materia de educación , ojalá, tampoco lograríamos mejorar a los niveles exigibles por nuestra potencia económica y cultural la EDUCACION en España.
Ni el mejor sistema educativa, ni el mejor y amplio currículo, ni los mejores profesores ni los más excelentes métodos educativos lo conseguirían si olvidamos la necesidad de contar en el tema de Educación del resto de áreas que influyen directa o indirectamente en la formación integral de la persona en todas las etapas de la vida. Porque de eso va la educación. De las personas en su globalidad y de la sociedad.
No podemos olvidar si queremos mejorar el rendimiento académico la necesidad de contar con el área de Asuntos Sociales, Bienestar o Familia o como quiera que lo bauticen. Existe un gran número de familias en riesgo de exclusión social y de pobreza. Familias que reciben ayudas, en el mejor de los casos, pero de las que pocas evaluaciones se realizan. Podemos encontrarnos con familias recibiendo ayudas vitalicias y lo que es peor, hereditarias, sin que nadie evalue la implementación y eficacia de planes, objetivos y ayudas. Unidades de Servicios sociales desbordados y algunas funciones de estas unidades hasta triplicadas entre comunidades autónomas, ayuntamientos, comarcas, diputaciones, centros de atención primaria, organizaciones, fundaciones y un largo etc. La pasada crisis económica, aún no superada, puso de manifiesto estas carencias y la necesidad de organizar los servicios, ayudas y seguimiento.
El área de Sanidad es imprescindible. Muchos trastornos de aprendizaje o de lenguaje se detectan y ha de ser tratados desde los equipos sanitarios. No olvidemos que hay niños que sólo son visitados puntualmente por el médico en las áreas de urgencia. No tienen un seguimiento periódico. Faltan unidades de neuropsiquiatría infantil y juvenil y puestos a denunciar, no se contempla ni la especialización en psiquiatría para esta franja de edad.
Problemas de nutrición, oftalmológicos, logopédicos, que se hacen invisibles en muchos niños y adolescentes pero que influyen directamente en su aprendizaje. Un ejemplo: observen la salida de dos colegios, uno situado en zonas desfavorecida económicamente y otro de zona media-alta. Entre los 8 y los 12 años muchos de esos niños de la segunda zona utilizarán gafas. En las zonas con menos recursos será complicado ver infantes conlentes y dudo mucho que se deba a que gozan de mejor salud visual.
Se ha de contar con el Ministerio de Justicia. Existe un gran desconocimiento, entre muchos profesionales relacionados con el menor sobre la legislación en referencia a su protección. El seguimiento de los hijos víctimas de violencia o maltratos no es todo lo personalizado y periódico que debiera. Un profesional puede encontrarse con hasta tres protocolos de denuncia de posibles abusos y maltratos físicos, psíquicos o sexuales.
Dependiendo del área de justicia nos encontramos con Inmigración y Trabajo. Sepan que todos los niños inmigrantes han de ser escolarizados con o sin papeles. Pero, y aquí viene la incoherencia, sólo durante la educación escolar obligatoria. Dentro de un par de meses, en algunos claustros se debatirá cómo “trampear” para que algún alumno en situación administrativa irregular y con posibilidades de continuar una formación no obligatoria puede continuar a la espera de papeles porque no puede matricularse en otros niveles superiores , y menos en ciclos de formación profesional porque no pueden hacer prácticas laborales en empresas. En ocasiones, los equipos docentes deciden y cuesta que las familias y alumnos lo entiendan, suspenderle el curso para que pueda permanecer en el centro educativo. Se ha realizado una inversión de recursos económicos y humanos que no tiene continuidad pasada la etapa de escolarización obligatoria. Denunciar también la falta de intérpretes en estas etapas. Es imposible conocer la escolarización previa de un alumno, si tenía o no dificultades en su país de origen, sus expectativas educativas, los problemas de adaptación cotidianos, etc…Cuando por fin se logra conocer esos datos en muchos casos ya es demasiado tarde.
Son ejemplos de la necesidad de pensar en EDUCACIÓN con mayúsculas. Hagamos nuestro el proverbio africano de : Para educar hace falta la tribu entera.
Seamos conscientes de que hay que hablar de igualdad de oportunidades. Y de equidad. Pero todas las políticas educativas están llamadas al fracaso si sólo se evalúa y con reservas al finalizar las etapas obligatorias el rendimiento académico sea de conocimientos o competencial. Lo interesante es poner las mismas facilidades al principio y durante la carrera, No como hasta ahora que se opta por rebajar los objetivos en la meta para entre otras cosas justificar el reguero de millones de euros que Europa ha destinado para mejorar el rendimiento académico en España.
Del tema de las Autonomías, (o autonosuyas), de la carrera profesional docente, de los decretos de dirección de centro, de la autonomía de centros, de la mal llamada inmersión lingüística, del adoctrinamiento en las aulas y manual, de la baja implementación de la Formación profesional, …es decir, de las entrañas del sistema educativo, hablaremos otro día.
Deberían recordar nuestros políticos el Informe Delors llevado a cabo por la “Comisión Internacional sobre la Educación del siglo XXI” (presidida por Jacques Delors), que se publicó en 1996 por encargo de la UNESCO, bajo el título: La educación encierra un tesoro.
Los países que no sean capaces de entenderlo están condenados a extinguirse.
Para titular su informe, la Comisión recurrió a una de las fábulas de Jean de La Fontaine: « El labrador y sus hijos»:
Guardaos (dijo el labrador) de vender el patrimonio, Dejado por nuestros padres, Veréis que esconde un tesoro.
La educación es todo lo que la Humanidad ha aprendido sobre sí misma. Parafraseando al poeta, que elogiaba la virtud del trabajo, podríamos decir: Pero el padre fue sabio Al mostrarles, antes de morir, Que la educación es un tesoro. Jacques Delors.
Pilar Barriendos. Pedagoga Terapeuta y Logopeda
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