Si hay algo positivo que ha podido traer la pandemia es que ha servido de aldabonazo para impulsar definitivamente la educación digital en comunidades autónomas como la de Madrid. Su consejero, Enrique Ossorio, cree que en pocos meses se ha avanzado, a la fuerza, lo equivalente a años. Y es que en pocos meses se han multiplicado por tres los alumnos y docentes online gracias a EducaMadrid y a recursos digitales como los de AulaPlaneta.
–Ha visitado hoy el centro de control de la Plataforma EducaMadrid, que este año ha vivido una gran transformación. ¿En qué han consistido esas mejoras?
–Desde el pasado 11 de marzo que se suspendieron las clases presenciales, lo primero que hicimos fue aprovechar la Semana Santa para mejorar los servidores. Nos hemos gastado dos millones de euros y hemos multiplicado por diez la velocidad, por tres la capacidad de procesos de datos y por cuatro el almacenamiento. Por otra parte, hemos adquirido el currículo digital de las asignaturas troncales en español y en inglés y también el plan de lectura digital.
Antes de marzo, se servían al día 34 millones de páginas; en septiembre 111 millones. La Comunidad de Madrid ya tenía una estructura, pero se ha multiplicado por tres.
–¿Su Consejería prevé seguir facilitando ordenadores al alumnado?
–Aunque el mercado de los ordenadores está complicadísimo, porque todas las empresas y administraciones han estado comprando, hemos tenido la suerte de poder repartir 40.000 en el mes de diciembre. Nuestro objetivo es llegar a los 115.000 ordenadores.
–¿Los estudiantes pueden acceder a los recursos digitales de AulaPlaneta desde EducaMadrid?
–Si, desde EducaMadrid se puede entrar en los servidores de Planeta.
–¿En qué medida recursos como los de AulaPlaneta están sirviendo para impulsar ese cambio hacia una formación de los alumnos más digital?
–Simplifica mucho la labor porque teniendo el currículo en español y en inglés de las asignaturas troncales facilitas mucho al docente este trabajo a distancia. También le facilitas el día a día y, como estamos en semipresencialidad en 3º y 4º de la ESO y en 1º y 2º de Bachillerato, ha sido muy oportuno. No hay que bajar ni un peldaño en los avances que estamos consiguiendo en educación digital y en formación por vía telemática.
–¿Cómo está funcionando ahora la educación online en Madrid?
–En diciembre, antes de que acabaran las vacaciones, el 21% de los alumnos de ESO y Bachillerato recibían clases virtuales todos los días en streaming, un dato muy importante. La educación digital es el futuro y, como he dicho, no bajaremos peldaños en todo lo conseguido hasta ahora cuando acabe el virus.
–¿Los cambios introducidos cree que pueden mejorar el rendimiento de los alumnos, o hace falta todavía que nos acostumbremos a este nueva forma de enseñar?
– Todo lo que ha pasado en el mes de marzo, abril y mayo ha perjudicado, sin duda, a los alumnos. Quien diga lo contrario se equivoca, porque la educación presencial es fundamental en las primeras etapas, donde la enseñanza tiene que ser siempre presencial, también para los alumnos que van peor, los que tienen más dificultades. Hay que ser claro: la enseñanza a distancia genera dificultades. Ahora bien, el avance que se ha hecho como consecuencia de esa no presencialidad a la larga puede ser muy buena para las aulas porque hemos avanzado cinco años, dicen unos, y hasta diez, dicen otros, en digitalización y es evidente que la educación va por ese camino. Lo que tenemos que hacer es adaptar los currículos a la enseñanza digital, que los centros tengan una cultura digital, que todo se haga mediante sistemas digitales: las reuniones de los profesores, las comunicaciones con las familias...Todo. Hay que aprovechar lo que ha ocurrido para que ya no se pierda nunca más.
–¿Van a poder volver los alumnos madrileños el lunes a las aulas?
–Creemos que el lunes va a poder ir la mayoría. Si hay cinco centros o alguno más que tenga problemas y que, por seguridad, los alumnos no deban ir, no se abrirán, pero sí los 2.000 restantes. El otro problema es la accesibilidad, que depende de los Ayuntamientos. El problema lo veo más en esto. Pero, en cuanto a incidencias, recibimos un parte diario y cosas graves no hay.
–¿Cuántas han recibido a día de hoy de centros que no están en condiciones de abrir?
–En este momento tenemos 370 incidencias. Con problemas en tejados hay 18; en techumbres ligeras de polideportivos tenemos 57; roturas de puertas y ventanas tenemos 5; árboles caídos, 146; con problemas en calefacción, 26; en los cuadros eléctricos, 11 y accesos complicados por la nieve, 81 y desperfectos en patios, 26. Pero problema grave sólo el del Ramiro de Maeztu, que se ha caído la cubierta del polideportivo. El resto son leves.
–¿Se sabe cuándo va a ser la selectividad en Madrid, ahora que el Ministerio de Educación acaba de publicar la orden que regula la prueba?
–Del 7 al 10 de junio.
–¿Cree que la prueba de este año será más desigual que nunca?
– Yo siempre he dicho que debíamos avanzar hacia una Evau común, con unos mismos criterios sobre cómo debe ser el examen como de corrección. Llevamos viendo hace tiempo que hay una disparidad muy grande de exigencia entre unas comunidades y otras y, al final, alguien que consigue superar la Evau en otra comunidad autónoma puede entrar en una universidad madrileña. Compite con los alumnos de Madrid y de otras comunidades, pero no es lógico que sea con diferentes criterios. El Ministerio le tiene pánico a que en España haya un sistema educativo único, pero no puede hacer dejación de unas competencias básicas y fundamentales y una de ellas es establecer que las pruebas de Evau tengan criterios similares. El sistema educativo es único y los títulos expedidos en una comunidad valen en todo el territorio nacional y eso no debería alterarse.
–Madrid va a crear la mayor oferta pública de empleo. ¿Cómo va a afectar esto a la enseñanza? ¿Va a permitir bajar la ratio de alumnos?
–Estas son las oposiciones de Secundaria que tocaban en junio del año 2020 y no se pudieron celebrar. La convocatoria era para 2.900 plazas. La novedad es que, con ocasión de la oferta pública de empleo, hemos ampliado de 2.900 a 3.700 esas oposiciones de Secundaria, con lo que son las más grandes de la historia. A esa oposición pueden concurrir todos esos docentes que de manera interina nos han prestado servicio con motivo de la pandemia.
–¿Hay algún cambio más que prevean hacer para sortear la ley Celaá que tan poco gusta al Gobierno de Díaz Ayuso?
–El proceso de admisión lo sacamos el 4 de diciembre, con lo cual se regirá por la ley antigua hasta el curso 21-22. Hemos hecho lo mismo con las oposiciones de Inspección: hay 50 plazas, que se regirán también por la ley antigua, también la renovación de directores de centros y selección para que también se rijan por la normativa anterior a la ley Celaá. Ya se ha publicado el decreto por el cual los conciertos en Madrid duran diez años. Tramitaremos una ley que regula la educación especial y contendrá que para construir plazas se tendrá en cuenta la demanda social.
–Madrid, al igual que algunos partidos, dijeron que iban a llevar a los tribunales la Ley Celaá. ¿Cuándo se va a dar el paso?
–Requiere tiempo porque hay que estudiar bien la ley. La norma tiene muchas intenciones muy evidentes, pero los que la han redactado tampoco son tontos y en aquellos puntos que están en contra de la Constitución o bordeándola han sido ambiguos para evitar esa inconstitucionalidad de plano clarísima.