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Vuelta al cole con tres meses de retraso en aprendizajes

El tercer curso de pandemia arranca para ocho millones de alumnos con clases de refuerzo por las lagunas de conocimientos

La covid-19 ha pasado factura a la educación. «No se han impartido todos los contenidos académicos entre el confinamiento y la semipresencialidad del año pasado y la calidad y profundidad con que se han abordado los temas se ha visto comprometida, sobre todo en FP y en 3º de la ESO, como curso más sensible, y la ironía es que los resultados académicos de los alumnos han sido mejores», dice David Izquierdo, presidente de la Asociación Profesional de Directivos de Educación Secundaria(Aprodir).

A lo largo de esta semana ocho millones de alumnos españoles comienzan el curso escolar, el 74% de los que tienen entre 12 y 19 años lo hacen con alguna dosis de la vacuna. Pero más allá de las cuestiones sanitarias, dos años de pandemia han dejado un déficit de aprendizaje que los expertos consideran que equivaldría a los conocimientos adquiridos al menos en todo un trimestre. Al menos en España porque fuera de nuestras fronteras un informe realizado por Ismael Sanz, Jorge Sainz y Ana Capilla para la Organización de Estados iberoamericanos sobre “Los efectos en la educación iberoamericana un año después de la Covid-19» concluye que en estos países serían necesarios 11 años para recuperar el aprendizaje perdido.

En España las cifras no son tan pesimistas precisamente por el hecho de que durante el año 2019-20 España fue uno de los países que más tiempo tuvo abiertos los centros educativos, según la OCDE. Por eso Sanz cree que ese desfase podría reducirse a tres meses. «Es precisamente la misma diferencia que hay entre España y la OCDE en PISA y esa pérdida viene del curso 2019-20». Lo cierto es que ese trimestre en que estuvieron cerrados los centros en el primer año de pandemia, la enseñanza online y la semipresencialidad que se impuso en el pasado curso en algunas comunidades autónomas a partir de 3º de la ESO ha repercutido en la pérdida de aprendizajes. Sanz cree, no obstante, que el mayor impacto fue el del curso 2019-20. «Ahí se perdieron tres meses de aprendizaje por los meses que se cerraron los centros y porque las clases online que sustituyeron a las presenciales no ofrecen el mismo resultado. No todos los alumnos tienen buena conexión y ordenador propio y los padres no pudieron ayudar a sus hijos en esa situación en la misma medida», añade el experto. Tampoco todos los padres tienen la misma formación.

Sanz también apunta que los alumnos aprenden menos con la educación a distancia. «Incluso aunque se tenga buena conexión y ordenador, los alumno aprenden con la educación online cerca de un 20% de la desviación estándar que con la presencial». Y lo dice apoyándose en un estudio del centro de investigación Brookins Institution que concluye también que «el efecto negativo del aprendizaje en línea es mayor para estudiantes con menor capacidad académica (...) los alumnos en línea tendrían problemas para concentrarse en sus cursos y se sentían menos conectados tanto con sus compañeros como con sus profesores en comparación con sus compañeros en persona».

El experto señala la educación presencial, por la que apuestan ahora todas las autonomías, más las tutorías online, podría amortiguar el golpe de la Covid en la educación y se volvieran a recuperar los niveles prepandemia.

De momento, todas las autonomías se plantean seguir con sus planes de refuerzo para impartir los conocimientos que no se han adquirido pero la asociación de directores de Secundaria Aprodir plantea que es un buen momento para repensar la extensión de los currículos, a veces imposibles de abarcar en términos normales y más ahora por la pandemia, en que ha habido una enorme disparidad. Así ha habido centros en los que un alumno ha estudiado la mitad de contenido de una asignatura que en el instituto de enfrente. Y hacen hincapié de cara al año que viene, en que está previsto que entren en vigor los nuevos currículos en los cursos impares con la Lomloe, en la necesidad de revisar este aspecto.

No obstante no hay que olvidar que en España no hay evidencia científica de cuánto han dejado de aprender los niños españoles durante la pandemia después de que la ex ministra Celaá aprobara un real decreto que suprimía las evaluaciones de 4º y 6º de Primaria, que son los mecanismos de control que tiene el sistema para constatar si los alumnos han adquirido o no los conocimientos necesarios en cada etapa.

El presidente del sindicato de profesores Anpe, Nicolás Fernández, cree que una solución a las lagunas educativas que ha dejado la pandemia pasa por haber mantenido las ratios del año pasado. «No podemos prescindir de 2/3 del profesorado covid porque aunque se ha tratado de salvar la situación, no nos engañemos, los déficit de aprendizaje están ahí», señala.

El nuevo curso académico vendrá marcado por el nuevo decreto de evaluación y promoción que recoge la posibilidad de que los alumnos puedan obtener el título de Bachillerato con un suspenso que se aprobará en breve. «La dinámica es devaluar la cultura del esfuerzo y el mérito. Es un error que daña al sistema, no se puede mantener la bajada de nivel», dice Fernández.

«Es una equivocación eliminar el límite de suspensos para pasar de curso en la ESO o incluso para titular y no hay previsión de aumento de horas de profesores para aplicar los planes de refuerzo a los alumnos que pasen de curso con cuatro o cinco suspensos», añade Luis Centeno, secretario general adjunto de Escuelas Católicas.

La reforma de la FP, para este curso

El Gobierno prevé aprobar esta semana en el Consejo de Ministros el proyecto de ley de FP que contempla que las empresas asuman hasta el 50% de la formación de los alumnos, que podrán cobrar por estudiar. La ley, que introducirá algunas modificaciones respecto al último borrador, otorga un papel clave a la empresa que antes no había tenido. La norma prevé que toda la FP sea dual en la medida en que la formación en empresas sea obligatorio. Así, habrá dos modelos: el Dual General y el Dual Avanzado. En resumen, la ley pretende abrir un camino más directo a los alumnos con el mundo laboral siguiendo el modelo alemán y establece una regulación homogénea.