La AEMET alerta de la "tormenta perfecta": tormentas eléctricas, calor intenso, calima y lluvia de barro

La llegada de un frente atlántico ha provocado que en España se vaya a producir una "tormenta perfecta", en la que se van a dar varios fenómenos atmosféricos "extremos" al mismo tiempo. Así, a las precipitaciones asociadas al frente atlántico se unirá el episodio de fuerte calor que lleva instalado varias semanas en la Península y en las islas, las tormentas secas y de granizo, la calima que llega desde el sur arrastrada por la lengua de calor africano y la lluvia en forma de barro.

La entrada de esta masa de aire frío asociada a laDANA ha dejado postales otoñales en muchas partes del país, en las que habrá cielos cubiertos, lluvias y bajada de las temperaturas, que pueden ser de hasta 14 grados en cuestión de horas. Y reventones húmedos como el ocurrido esta mañana en Segovia. Las granizadas pueden afectar esta tarde al interior de Galicia, Cordillera Cantábrica, Asturias, Cantabria, La Rioja y el sur del País Vasco.

Esta borrasca convivirá con el fenómeno de altas temperaturas instalado en Península, Baleares y Canarias desde hace días, que seguirá manteniendo el mercurio en zonas anormalmente altas, a pesar de que en algunas zonas se ha notado una ligera bajadas de las mínimas durante la pasada noche. Fruto del calor y de las corrientes de aire en capas altas el polvo africano se va extendiendo de sur a norte (es probable que pueda llegar a Francia en las próximas horas) y serán habituales las lluvias de barro, aunque de forma local.

Las temperaturas máximas tenderán a aumentar en el extremo norte y área mediterránea y a descender en la Meseta. Superarán los 35 grados en zonas de interior de la mitad sur y del nordeste, incluso los 40 en puntos del Guadalquivir. Las mínimas aumentarán en el interior del tercio norte y en el cuadrantes suroeste y se mantendrán por encima de los 25 grados en el litoral sudeste y zonas del Tajo, Guadiana y Guadalquivir.

Previsión para mañana martes

La DANA que entró en la Península durante la pasada madrugada se trasladará suroeste a nordeste y provocará nubes de evolución en la mitad norte y en el tercio este. Esta borrasca dejará chubascos y tormentas en zonas de interior del cuadrante noroeste a primeras horas del martes que se irán diluyendo a medida que avanzan hacia el este.

Las zonas montañosas volverán a ser las más propensas a las precipitaciones y se esperan chubascos en el área pirenaica sin descartar tormentas ocasionales. En el interior de la meseta sur, con menor probabilidad, podría haber tormentas secas. En el resto de la Península y Baleares predominará la estabilidad reinante en las últimas semanas, con cielos poco nubosos.

Las precipitaciones irán desapareciendo a lo largo de la jornada, que acabará con cielos poco nubosos o despejados en todo el país salvo algunas nubes bajas costeras en litorales del noroeste y del Estrecho. En Canarias, intervalos de nubes bajas en el norte del archipiélago sin descartar alguna precipitación débil aislada y poco nuboso en el sur.

Durante el martes la calima hará acto de presencia en buena parte de la Península y Baleares, retirándose hacia el nordeste. La calima podría provocar dificultades a las personas con problemas respiratorios. La inhalación de estas partículas de polvo puede desencadenar una serie de problemas respiratorios, especialmente en personas sensibles o con condiciones preexistentes. Entre los efectos más comunes se encuentran las alergias respiratorias, como la rinitis alérgica y el asma.

En cuanto a las temperaturas máximas, tienden a descender en el extremo norte y el oeste mientras tienden a subir en Levante y en el cuadrante sureste. Es probable que se continúen superando los 35 grados en zonas de interior de la mitad sur e interior nordeste peninsular, meseta Norte, Ampurdán y zonas de Baleares. Pero la temperatura podría superar los 40 grados en las depresiones del nordeste y del sur. Las mínimas descenderán en el oeste, aumentarán en el este y se mantendrán las noches tropicales, con temperaturas por encima de los 25 grados en el litoral sudeste, sin descartar en puntos de valles del sur de la vertiente atlántica.

Estabilidad para despedir el mes de julio

En la mayor parte del país se prevé tiempo estable, aunque podría haber presencia de nubes bajas en el Estrecho, litoral de Galicia, norte de las islas Canarias, sin descartar alguna precipitación débil y aislada en el Cantábrico. En las zonas de montaña del extremo norte peninsular se formará nubosidad y puede que descargue alguna precipitación o tormentas fuertes y ocasionales en la vertiente Cantábrica.

La calima seguirá presente en Melilla y este de Canarias, mientras que en el noroeste y resto del área mediterránea tenderá a ir desapareciendo a lo largo de la jornada. Las máximas bajarán en Galicia y el Cantábrico pero aumentarán en el resto del país. Se volverán a alcanzar los 35 grados en zonas del interior de de la mitad sur, del nordeste peninsular, y en la meseta Norte y de Baleares. Las depresiones de Andalucía, del sureste y del nordeste seguirán soportando temperaturas superiores a los 40 grados.

Previsión para el mes jueves 1 de agosto

El mes de agosto comenzará con la misma estabilidad que acabó julio, con cielos despejados en la mayor parte del país, excepto en Galicia y en Cantábrico, donde los cielos estarán cubiertos y es posible que llueva en algunas zonas de forma débil y aislada. Situación similar se dará en los sistemas Central e Ibérico y Pirineos, sin descartar algún chubasco aislado, más probable cerca del Pirineo, donde podrían producirse tormentas ocasionales.

Se prevé un predominio de los aumentos térmicos en el extremo sur peninsular, Ceuta, Melilla y Canarias. Por el contrario, las temperaturas descenderán en el resto, de forma marcada en las áreas cantábrica, pirenaica y en el alto y medio Ebro. Se superarán los 35 grados en la mayor parte de interiores de la mitad sur, del nordeste peninsular, de Baleares y centro de la meseta Norte, incluso los 40 en las depresiones del Guadalquivir, del interior sudeste y en las depresiones de Lleida.