Sostenibilidad

Sostenibilidad: la asignatura pendiente de las startups

La creciente preocupación por la sostenibilidad sigue siendo un reto para muchas startups, que admiten estar concienciados con el cambio climático, pero ponen pocos medios para mejorar

Medio ambiente y tecnología: por un fututo más verde
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Menos del 1% de las presentaciones que los fundadores de startups realizan a lo largo del año mencionan la sostenibilidad como un punto importante. Y las que lo hacen son en su mayoría startups fundadas específicamente para abordar el cambio climático, según datos de Techcrunch.

En otras palabras, parece bastante claro que las empresas admiten públicamente su preocupación por la sostenibilidad, pero la mayoría de multinacionales no están realizando acciones concretas para mejorar en este sentido.

Es lógico pensar que una gran compañía tiene muchas posibilidades de predicar con el ejemplo. Pero, como se suele decir, estas grandes compañías son gigantes que deben pensar mucho su próximo paso. Sin embargo, el fundador de una startup se encuentra en una posición muy diferente, en la que sí que tiene una posibilidad real de darle forma a una empresa de la manera que quiera.

Liderar el cambio

Esa falta de compromiso con la sostenibilidad no es solo un problema ético, es también un error estratégico. En un panorama empresarial que cada vez valora más la responsabilidad social corporativa y la conciencia ambiental, las startups tienen una oportunidad única para liderar el cambio.

Las presentaciones de las startups, desde sus comienzos en eventos de lanzamiento hasta sus rondas de financiación, son una ventana abierta a los principios de sus fundadores. Es el momento en el que pueden no solo presentar sus ideas y modelos de negocio, sino también alinear sus valores con sus propuestas empresariales.

El precio de ser sostenible

Es cierto que a menudo la sostenibilidad se percibe como una carga financiera adicional para las nuevas empresas, pero ignorar este aspecto puede ser un error a largo plazo. No se trata solo de abordar el cambio climático, sino también de construir una marca sólida y ética que resuene con los consumidores modernos, que buscan cada vez más productos y servicios alineados con sus valores personales.

Por otro lado, es alentador ver que algunas startups están liderando este cambio. Aquellas que integran la sostenibilidad en su ADN no solo están atrayendo la atención de inversores éticos, sino que también están creando impactos positivos medibles en sus comunidades y en el medio ambiente.

Las decisiones que toman los fundadores ahora no solo darán forma al futuro de sus empresas, sino que también influirán en el mundo que estamos construyendo. Es hora de pasar de la retórica a la acción. La sostenibilidad debe ser más que una tendencia: debe ser el núcleo de la nueva ola empresarial, y las startups tienen el poder de encabezar este cambio.