Investidura de Pedro Sánchez

El comino de ERC

Segunda votación en el Congreso para la investidura del candidato socialista a la presidencia del Gobierno
La diputada del ERC, Montserrat Bassa Eduardo Parra / Europa PressEduardo ParraEuropa Press

El debate de investidura, en la medida que se ha ido desarrollando, ha generado una oleada creciente de críticas a Pedro Sánchez. Al mismo tiempo, los partidarios del líder socialista han ido redoblando sus esfuerzos para defender su estrategia y atacar al adversario.

Es la consecuencia de un parlamento liderado por mediocres. El PSOE ha tragado con algunos silencios de Sánchez, que no merecen sus 140 años de historia. Ningún líder anterior hubiese aceptado con tanta resignación algunas de las cosas que se han dicho en el debate.

Pero Sánchez solo tenía en la cabeza ser presidente del gobierno, las ofensas o la certeza de que será una legislatura ingobernable son males menores inevitables. Lo más conflictivo ha sido el apoyo de ERC y el documento del acuerdo, controvertido por lo que supone la aceptación de una consulta solo en Cataluña.

Pero la guinda la puso la diputada republicana Montserrat Bassa. Con ella, los independentistas han dejado clara una cosa: que, para ellos, el Congreso de los Diputados no es más que una tribuna de desahogo personal y para sus intereses independentistas.

Pedro Sánchez ya es presidente y le habrán dicho sus asesores cercanos que da igual lo que haya ocurrido estos días, que la noticia dura lo que tarda en llegar otra y que mañana el foco se pondrá en el gobierno, olvidándose el debate. Se equivocan, esta vez han dejado huella.

El calvario empieza hoy mismo. Iglesias como un león lleno de ambición y rencor contra el PSOE y los independentistas, que quieren la luna porque se la han prometido, lo demás les “importa un comino”.

A Sánchez solo le va a quedar incumplir su palabra con ellos. No es de las personas que creen que hacer eso es algo muy grave, sino que suele adaptar sus compromisos a las circunstancias del momento. Curiosamente, mentir, que es algo denostado en la vida cotidiana, se ha convertido en la única esperanza.

En este Parlamento se salvan muy pocos, un erial en cuanto a brillantez se refiere. Pablo Casado, el líder más minúsculo, puede respirar porque Sánchez es presidente con los votos de los independentistas, es lo que desea el popular desde el primer momento. Cuanto peor, mejor, a ver si hay suerte y la próxima investidura es la suya.

Inés Arrimadas, de regate muy corto, terminará cruzando la alfombra antes de que termine la legislatura, si son capaces de darle buen acomodo en la casa de los populares.

Pero, a quien más falta le hacía la abstención de ERC no era ni a Sánchez, ni a Casado, ni al cuasi extinto Ciudadanos, sino a la extrema derecha, que se nutre y engorda con los independentismos.

Vox, atrapado en la España más oscura, es el gran peligro a corto plazo, le alimenta la ambición y la mediocridad de los líderes políticos.

Si a alguien se le ha ocurrido pedir hombres de Estado para la política española a los Reyes Magos, le han echado una tonelada de carbón.