“Delcygate”: Sánchez diluye las explicaciones de Ábalos en el Congreso con la cita con Torra en Moncloa

Hace ya un mes del polémico encuentro –con nocturnidad en el aeropuerto de Barajas– entre el titular de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, y la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez. Cuatro semanas que no han sido suficientes para atajar una controversia, el «Delcygate», que se ha ido ramificando por las sucesivas y contradictorias versiones del ministro y por las innumerables informaciones relativas al asunto que han evitado –en contra de los deseos del Gobierno– que la polémica muriera, superada por otros acontecimientos.

En Moncloa siguen intentando correr un tupido velo sobre esta cuestión, una forma de blindaje sobre un peso pesado no solo dentro del Ejecutivo, sino también del PSOE. No en vano, sobre los hombros de Ábalos descansa la estructura de Organización de la formación. Apenas se emiten comentarios al respecto y el ministro de Transportes intenta trasladar a los medios una pasmosa tranquilidad, a pesar de que el «Delcygate» haya saltado del ruedo político al judicial, al estimar un juez que las grabaciones que atestiguan su encuentro en la terminal no deben ser destruidas tras el mes de rigor.

La última maniobra para intentar alejar el foco del ministro ha sido solapar su comparecencia en el Congreso con la reunión en Moncloa de la mesa de diálogo entre Estado y Generalitat. Ábalos tendrá que dar explicaciones en el Congreso la próxima semana dentro de una ronda de comparecencias que afecta a todas las carteras del Gobierno, en la que cada titular explica ante el resto de grupos de la Cámara sus planes para la legislatura. Lo que supone un trámite rutinario se tornará en algo excepcional, ya que permitirá a los partidos de la oposición demandar explicaciones por la polémica de Delcy Rodríguez, más allá de la agenda en materia de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Esto es, está llamado a convertirse en un monográfico sobre la actuación de Ábalos la madrugada del 20 de enero en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas.

Sin embargo, aunque la jornada en el Congreso se antoje informativamente llamativa, quedará eclipsada por lo que suceda el mismo día y a la misma hora en Moncloa. A escasos 5 kilómetros de distancia de la Carrera de San Jerónimo la reunión entre Pedro Sánchez y Quim Torra, liderando sus delegaciones Estado-Cataluña, diluirá el eventual impacto en la opinión pública que pueda tener la comparecencia de Ábalos. Si bien Moncloa inicialmente trasladó a Quim Torra la fecha del lunes 24 para reunir la mesa de diálogo, lo cierto es que –tras la negativa de la Generalitat a verse este día–, el Gobierno eligió, entre las opciones que le daba el Govern, la que mejor le venía para diluir el paso de Ábalos por el Congreso: el miércoles 26 por la tarde.

González se pronuncia

El último en opinar sobre la polémica ha sido Felipe González. El ex presidente del Gobierno de España siempre crítico en lo relativo a los vínculos con Venezuela consideró que Delcy Rodríguez «no debería haber pasado por España». Aunque en un primer momento sí evitó pronunciarse sobre la conveniencia de la dimisión de Ábalos por la polémica con un «no me meto en eso», sí quiso mostrarse tajante con la nula idoneidad de la escala de la «número dos» de Nicolás Maduro en nuestro país, antes de participar en el acto de presentación del informe Jóvenes, Internet y democracia, organizado por la Fundación Manuel Giménez Abad y la Fundación Felipe González.