El jefe etarra David Pla aprovecha su libertad para manifestarse por los presos

"Nos quieren clavados en el pasado y hay tiempo para decir". Las palabras las ha pronunciado hoy el que fuera el último jefe de ETA, David Pla, que fue puesto en libertad tras ser entregado por las autoridades francesas.

Según se informa desde medios abertzales, unas 300 personas, entre las pue se encontraba Pla, participaron en una manifestación en Bañarain (Navarra) en favor de los presos y para que cese la “la persecución legal contra ellos y su demanda de una solución democrática”.

El terrorista no ha tardado en aprovechar su libertad para sumarse a las iniciativas del antiguo brazo político de la banda criminal y su objetivo de que los presos sean trasladados a cárceles del País Vasco y Navarra como paso previo a su liberación.

La juez de la Audiencia Nacional María Tardón acordó, a instancias de la Fiscalía y en contra del criterio de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), la libertad provisional del Pla, entregado por Francia tras ser detenido en Hendaya, donde residía desde el pasado abril tras cumplir condena en territorio galo después de ser arrestado en 2015.

“Fui miembro de ETA y he cumplido mi condena en Francia”, dijo a la magistrada, según fuentes jurídicas, antes de explicar que no tenía intención de declarar. Solo a preguntas de su abogada, Amaia Izco, Pla ha explicado que en el país vecino ha cumplido con la obligación de firmar periódicamente en comisaría que le impuso la Justicia gala.

Además de retirarle el pasaporte, la instructora le impuso la prohibición de salir de España y la obligación de comparecer una vez por semana en el juzgado más próximo a su domicilio. Asimismo, deberá facilitar su domicilio y un teléfono donde pueda ser localizado. La Fiscalía ha respaldado la libertad de Pla, a la que sin embargo se opusieron Dignidad y Justicia y la la AVT.

La titular del Juzgado de Instrucción número 3, tras valorar que Pla “ha aportado documentación justificativa" de que ha venido cumpliendo "las medidas acordadas por las autoridades judiciales francesas” en el país vecino, puntualiza en su resolución que “es lo cierto que por este juzgado hubo de acudirse a la emisión de una orden europea de detención y entrega para obtener su disposición personal a este procedimiento”.