Partidos Políticos
Génova rectifica a Álvarez de Toledo: «No estuvo acertada»
Primer toque de atención de la dirección nacional a la portavoz, que «plantó» ayer un acto oficial del partido por la igualdad de la mujer convocado por el 8-M
Génova enmienda por primera vez la plana a la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo. Hasta ahora había guardado silencio, mientras el poder territorial se desmarcaba de manera unánime de sus ataques de esta semana a la libertad de prensa. Entre estos últimos desmarques de la estructura territorial del partido el del presidente de la Xunta y candidato a las elecciones, Alberto Núñez Feijóo, ayer, durante una entrevista en «Julia en la Onda», en Onda Cero, y en la que fue preguntado por el ataque de la portavoz contra La Sexta, a la que acusó de «hacer negocio con la erosión de la democracia». «No conozco ninguna televisión generalista que no defienda la democracia y el Estado de Derecho», contestó Núñez Feijóo.
El vendaval de críticas, que llegan directamente al presidente del partido como responsable de su designación, contra el criterio mayoritario del partido, provocaron ayer el primer movimiento de Génova. El vicesecretario del PP, Antonio González Terol, en el núcleo de máxima confianza de Pablo Casado, se vio forzado a ejecutar ese primer toque de atención a la portavoz, haciendo de correa de transmisión de la posición oficial de la dirección ante la crisis que les ha abierto la postura de la «número tres». «El PP no es una secta. Todos tienen sus opiniones, y son libres de darlas. Pero como vicesecretario del partido creo que en este caso no estuvo acertada».
La crisis afecta personalmente a Casado, de quien en su partido esperan una desautorización de su portavoz por sus últimos airados desmarques de la posición oficial del PP. El desmarque adquiere mayor gravedad precisamente por el cargo que ostenta Álvarez de Toledo. La portavocía lleva asociada la responsabilidad de que todos los pronunciamientos de quien la ejerce se vinculen directamente a Casado y a la posición oficial del PP. Y esto limita, por no decir que anula, el margen para «marcar posturas personales», según subrayan en la propia dirección popular.
Justo sobre este particular se pronunció ayer Feijóo en Onda Cero, donde precisó que un portavoz debe hablar con carácter general en nombre de su grupo. «Puede tener opiniones propias, pero cuando ejerce como portavoz, lo lógico es que hable con exactitud como portavoz de su grupo».
Esto enlaza con el otro frente interno que ha abierto la portavoz con su rebelión contra la posición oficial del PP en relación al Día Internacional de la Mujer, que se celebra el próximo domingo. En Génova activaron ayer el primer acto del ciclo «Mujer por encima de todo» para que coincidiera con el 8-M. La dirección reclutó a los principales referentes femeninos para arropar esta movilización, pero la portavoz, pese a la representación del cargo que ostenta, no asistió.
La dirección abordó la posición ante el 8-M el pasado lunes, pero en esa reunión tampoco estuvo la «número tres» del partido. Internamente le reprochan que no respete las posiciones consensuadas cuando ella no está de acuerdo, a pesar de que tiene la oportunidad, y la aprovecha, «de participar en los debates y dar su opinión como todos». Cuando la ruptura de la posición consensuada se produce dentro de la dirección la factura la paga el líder nacional porque la imagen es de descoordinación, falta de estrategia y hasta de desautorización del «número uno».
Además, la política de igualdad es un tema especialmente sensible por las presiones de Vox al respecto. La posición mayoritaria es que «el PP, como partido institucional y de gobierno, está obligado a distanciarse del mensaje rupturista y antisistema de Vox». «Y esto no implica dejarse llevar por la izquierda. Pero Cayetana habla como si fuera la portavoz de Vox y no nos representa a la mayoría del partido ni tampoco a la mayoría de nuestros votantes. Su discurso puede funcionar en círculos muy reducidos, pero no es el discurso de un partido que ha sido partido de mayorías y que aspira a ser de nuevo un partido de mayorías», explica quien fue ministra del Gobierno de Rajoy.
Álvarez de Toledo ya ha dicho que no irá a la manifestación del 8-M después de que el PP decidiera respaldar las concentraciones del próximo domingo y aprobar su propio manifiesto. En paralelo han lanzado la citada campaña «Mujer por encima de todo», que llama a la igualdad. «Esto nada tiene que ver con las ideologías», sostiene en esta nueva etapa la dirección del PP.
En los últimos dos años el PP no participó de los actos del Día Internacional de la Mujer. Pero la posición presente fue acordada en un Comité de Dirección presidido por Casado y se ha justificado con el argumento de que «son muchas las mujeres populares que vienen participando de manera habitual y normal en las manifestaciones del 8 de marzo y este año hemos decidido hacerlo de una manera más institucional como partido».
Génova insiste en que Álvarez de Toledo sí participará en la campaña que el partido ha organizado en torno a la mujer, aunque, de momento, ayer ignorase su puesta de largo. «En nombre de partido no sé quién irá. Yo no voy a ir a ninguna manifestación. Soy una feminista amazónica», aclaró el pasado martes.
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