Pasaron 43 días hasta que el Gobierno decidió declarar el estado de alarma desde que se conocieran los primeros casos en España, a finales de enero. Como confirman las fechas del trabajo de campo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) -del 1 al 13 de marzo- el presidente del Gobierno no tomó la decisión hasta que el trabajo del barómetro finalizó, esto es, el 13 de marzo, cuando Pedro Sánchez anunció a medio día en rueda de prensa que el sábado, en Consejo de Ministros extraordinario, el Gobierno decretaría el estado de alarma a causa del avance del coronavirus.

El CIS comenzó a elaborar su trabajo de campo el 1 de marzo de su barómetro mensual habitual –el día 30 de la cronología que demuestra el tiempo que el Gobierno tardó en actuar contra el Covid-19- incluyendo preguntas referidas al coronavirus, que según se publicó ayer, hasta un 65,2 por ciento de los encuestados estaba de acuerdo en que el Gobierno tomara medidas urgentes “aunque fueran impopulares” para frenar la epidemia. También un 67,7% apoyaba que el Gobierno debía anticiparse y tomar medidas sanitarias estrictas para prevenir el virus.

Así, los datos del CIS que dirige el socialista José Félix Tezanos confirmaron a Sánchez el pasado 13 de marzo que la ciudadanía reclamaba medidas urgentes para frenar la crisis sanitaria. De hecho, según este barómetro, hasta un 57,9 por ciento pedía al Gobierno informar más a la población sobre las medidas que entonces había que tomar para frenar los contagios.

Precisamente, como avanzó este diario, en la semana clave en la que tanto los partidos de la oposición como los presidentes autonómicos pedían al Gobierno actuar más drásticamente contra el virus, el Gobierno de coalición se dividía entre los que pensaban que era necesario actuar antes. Frente a ese sector que reclamaba poner en marcha cuanto antes el Estado de alarma, encabezado por los ministros morados junto a, entre ellos, el titular de Transportes, José Luis Ábalos, se encontraba el presidente del Gobierno y la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, que en la comisión delegada de Asuntos Económicos de esa semana, visibilizaron su oposición. Fue precisamente el viernes 13 por la mañana cuando el presidente del Gobierno aceptaría decretar el estado de alarma, que sería anunciado en comparecencia pública.