Coronavirus

Irene Montero no asume el error del 8-M: “Se hizo caso a los expertos”

Considera que deberá analizarse qué se ha hecho mal una vez el país supere los peores días de la epidemia

Tras dos semanas fuera de los focos, la ministra de Igualdad, Irene Montero, reapareció ayer. El pasado día 11 reconoció, a través de las redes sociales, que había dado positivo por contagio de coronavirus. Pasadas esas dos semanas de cuarentena, aseguró encontrarse «muy bien», después de unos días en los que ha tenido «síntomas bastante leves» en comparación con toda la gente que, añadió, «lo está pasando mucho peor». Sí destacó, no obstante, haber tenido «cierta impotencia» por no haber podido estar trabajando «al 100% para ayudar a salir de esta crisis cuanto antes».

Al margen de su estado de salud, Montero evitó, durante la entrevista que concedió desde su domicilio al programa «Al Rojo Vivo» de La Sexta, asumir algún tipo de responsabilidad en torno a la polémica celebración de las multitudinarias marchas que se celebraron en España el pasado día 8 con motivo del Día de la Mujer. Esas manifestaciones, según su diagnóstico, no constituyeron el «problema» en la expansión del coronavirus, debido a que ese mismo fin de semana, el del 7 y 8 de marzo, se celebraron «centenares de otros eventos deportivos y culturales». Sobre todos estos acontecimientos más o menos multitudinarios, Montero lamentó que «casualmente no se pone el foco» por parte de la «extrema derecha».

A este respecto recordó que uno de esos actos fue el congreso que Vox celebró en el Palacio de Vistalegre. También que representantes de otros partidos, como el PP y Cs, que ahora son críticos con la autorización de las marchas del 8-M, también participaron en ellas. «Hicimos lo que nos dijeron toda las autoridades sanitarias y los expertos», recalcó Montero, evitando así asumir cualquier tiempo de responsabilidad en la promoción de un evento que sólo en el centro de Madrid reunió en torno a 120.000 personas. En lugar de hacer autocrítica, Montero optó por criticar a las formaciones de centro derecha: «Incluso en una situación como esta, intentan que en lugar de la solidaridad que estamos viendo en los balcones se intente priorizar los sentimientos de odio y rabia con bulos, con señalización permanente al 8-M. Es una mala política, absolutamente partidista y que no responde a los datos científicos». Montero acusó a PP y a Vox de utilizar la actual crisis sanitaria para «atacar al feminismo y a las mujeres», al responsabilizar a las participantes en el 8-M de haber dado forma a un foco de contagio, extremo que, según la ministra, no tiene ningún fundamento científico.

La titular de Igualdad sí abrió la puerta a la posibilidad de que se tengan que depurar responsabilidades política una vez se superen los peores días de la epidemia. Entonces, añadió, será el momento de analizar con calma «qué cosas se podrían haber hecho mejor y qué cosas se podrían haber cambiado». Algo que, según su análisis, no procede en el momento actual: «Será más adelante cuando hayamos superado esta crisis. Ahora no se puede hacer partidismo. Hay que tener humildad, nadie puede decir ni que todo se ha hecho fatal ni que no ha cometido ningún error», defendió.

Respecto a la crisis económica y social que tendrá que afrontar el país una vez deje atrás la epidemia, Montero destacó que «no podemos salir como en 2008». En este sentido, la ministra se refirió a medidas en las que trabaja el Gobierno –sobre las que están insistiendo especialmente los ministros morados– como el «ingreso mínimo vital, un escudo social muy importante en el que hay varios ministerios implicados». También subrayó que hoy en el Consejo de Ministros extraordinario –en el que previsiblemente participe telemáticamente– estarán sobre la mesa asuntos relevantes como la moratoria de alquileres, la renta mínima y un subsidio para las empleadas de hogar.