Guardia Civil

De los Cobos usará el acta de su cese para recurrirlo

La directora de la Guardia Civil justifica que se negó a filtrar el informe del 8-M. Moncloa arropa a Marlaska, que mintió en el Congreso y en el Senado

Injustificado cese
Injustificado ceseMariscalEFE

El coronel Diego Pérez de los Cobos, destituido por el Ministerio del Interior de su puesto de jefe de la Comandancia de Madrid, va a presentar recurso ante los tribunales por dicho cese, según fuentes del entorno del mando de la Benemérita consultadas por LA RAZÓN. Una de las primeras peticiones, una vez formalizado el recurso, será que se le dé traslado del documento firmado por la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, en el que proponía al secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, su cese. Asimismo, solicitará que se le entreguen todos los documentos relativos a su destitución que sean de interés para la causa.

El coronel se encuentra en su domicilio y no tiene previsto hacer declaraciones a la prensa. Está muy tranquilo pero, lógicamente, entristecido y dolido por las medidas que se han tomado contra él después de 40 años de servicio a la Guardia Civil. Las citadas fuentes subrayan que, conforme pasan los días, se acumulan argumentos a favor de Pérez de los Cobos y que, además, avalan que actuó de forma absolutamente correcta. Entre ellos se encuentra la propia resolución de la jueza instructora de las diligencias de las manifestaciones del 8-M, la petición de asociaciones de jueces y fiscales para que sea repuesto en su cargo y, ahora, el conocimiento de los documentos oficiales –publicados ayer por «El Confidencia» que pretenden justificar una destitución a todas luces ilegal.

En todo caso, según mandos de la Guardia Civil consultados por este periódico, el daño a la carrera de Pérez de los Cobos ya está hecho; su posible ascenso a general, comprometido, al menos con este Gobierno y, aunque salga reforzado tras los juicios por la incontrovertible legalidad de sus actuaciones y por mantener el espíritu y los códigos de conducta de la Guardia Civil, ya nada será igual.

Aunque no aparezca en los documentos oficiales, no son pocos los que dentro de la Benemérita los que relacionan lo ocurrido con el que fuera coordinador policial en Cataluña durante la aplicación del artículo 155 de la Constitución, para evitar la intentona golpista, con lo que le ha ocurrido ahora. Su actuación entonces en Barcelona y su testimonio, después, durante el juicio del llamado «procés», contribuyeron de forma efectiva a abortar dicha intentona y que sus responsables fueran condenados por el Tribunal Supremo. Desde el separatismo jamás se le han perdonado aquellas actuaciones y, ahora que son imprescindibles para el mantenimiento de Pedro Sánchez en La Moncloa, han acogido con indisimulado regocijo las medidas que se han adoptado contra el coronel. Esos mandos piensan que Pérez de los Cobos estaba en el «punto de mira» desde entonces y que, a la menor oportunidad, se ha actuado contra él.

Un punto de la nota firmada por Gámez centra ahora todas las miradas: «Por no informar del desarrollo de investigaciones y actuaciones de la Guardia Civil, en el marco operativo y de Policía Judicial, con fines de conocimiento». Esta frase, incluida en un oficio de la directora general de la Guardia Civil, sentencia al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, y le coloca ante la realidad de que mintió en el Parlamento, motivo que para muchos supone que debe presentar la dimisión.

En realidad no se trataba de ninguna «remodelación», sino de que Pérez de los Cobos fue cesado por no dar cuenta de unas investigaciones judiciales en marcha sobre la incidencia 8 -M en la pandemia. Pero en eso también se miente. El jefe de la Benemérita cumplió con las obligaciones de comunicación que se argumentan para su cese. Se trata del tradicional «dar la novedad» en términos militares. Lo hizo hasta en dos ocasiones sobre la existencia de las citadas investigaciones judiciales de cuyo contenido no podía informar, entre otras cosas porque no tenía conocimiento de las mismas.