Memoria histórica

Memoria Frentepopulista (II)

La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, durante su intervención en la sesión de control al Ejecutivo
La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, durante su intervención en la sesión de control al EjecutivoJ.J. GuillénEFE

El proyecto sobre la «Memoria Democrática» supera todo lo imaginable en sectarismo, y representa literalmente una enmienda a la totalidad –como mínimo– del espíritu del texto constitucional. Si éste significó la reconciliación y la concordia, el anteproyecto pretende reescribir la Historia, volviendo al relato de las «dos Españas», haciendo obligatorio enseñar que los «rojos» eran los buenos y los «nacionales», los malos. El Frente Popular perdió la Guerra Civil, y sus sucesores ideológicos buscan resucitarla para ganarla ochenta años después.

Amenazar con multas de hasta 150.000 euros a quien ose tener criterio propio alejado del oficial, indica el desvarío. También resulta patética la voluntad de resucitar la FEN –Formación del Espíritu Nacional–, una de las asignaturas «marías» que estudiamos en el bachillerato, ahora en el currículo escolar como MOD, Memoria Obligatoria y Democrática.

Su retorno al pasado incivil llega a su climax cuando Calvo anuncia que «están pensando la voladura de la Cruz» del Valle. La imagino como la miliciana que mandaba el pelotón de fusilamiento de la estatua del Corazón de Jesús en el Cerro, en la famosa fotografía que la BBC mundialmente viralizó . Por cierto, que el monumento fue dinamitado días después, como precursores de los talibanes del Daesh y su estatuofobia. Todo esto lo justifica porque «la pérdida de nuestras libertades no puede volver». La Libertad religiosa cristiana, al parecer, sí puede ser perseguida y dinamitada, como en 1936. Retorno al pasado.