España
“Mami esto va a terminar mal”: La última llamada de Nancy Paola a su madre antes de morir
La joven guatemalteca tenía problemas con su novio, que era muy controlador y celoso
Nancy Paola tenía 29 años, dos hijas de 7 y 4 años y muchas ganas de labrarse un futuro fuera de Guatemala. No había muchas opciones. O jugarse la vida intentando llegar a Estados Unidos a través de la frontera mexicana o volar a España, donde ya vivían dos de sus hermanos. Cualquiera de las dos opciones suponía separarse de sus hijas, que se quedaron al cuidado de sus abuelos.
Nancy Paola aterrizó en Madrid en julio de 2018 y se trasladó hasta Ciudad Real, donde fue recibida por sus hermanos. Como cualquier persona en su situación, comenzó a trabajar en labores domésticas. Desde su llegada, llamaba a diario a su familia, mandaba mensajes de voz a través de WhatsApp o se conectaba por vídeollamada para poder ver a sus hijas. El 19 de agosto fue la última vez que Nancy Paola habló con su madre Prudencia. Las cosas con su pareja no iban bien y su madre lo sabía. En esa llamada, la joven ya dejaba caer que no tenían futuro.
La familia sabía que Nancy Paola tenía previsto trasladarse a Santander para cambiar de trabajo. Su hermano Dénilson explicó al diario guatemalteco “Prensa libre” que "Me dijo que se iba a ir con su pareja y que ya habían encontrado un piso —apartamento—, la última vez que hablamos fue el 19 de agosto”.
Prudencia recuerda que estaban en contacto todos los días: “Me hablaba a diario al salir del trabajo o si iba a cualquier otro lado también me avisaba o me hacía una videollamada”.
Fruto de esas llamadas, Prudencia conocía cómo era la vida de su hija, su sueño de poder volver a reunir se con sus hijas, las esperanzas de cambiar de trabajo en Santander... y su relación con Carlos Andrés, un joven colombiano. Sabía que estaban empezando a conocerse y cuando llevaban poco tiempo juntos llegó el confinamiento por el coronavirus, por lo que decidieron irse a vivir juntos.
Pero la convivencia no era fácil. Carlos Andrés era muy controlador, muy celoso. En una ocasión, cuando madre e hija hablaban por teléfono las interrumpió a gritos para saber con quién estaba hablando.
El pasado 19 de agosto Prudencia preguntó preocupada a su hija por su relación con Carlos Andrés. Ella le dijo que la relación se iba a acabar porque era una persona muy celosa. “Mami, esto se va a terminar”, le dijo.
Ese mensaje fue premonitorio. Fue la última vez que hablaron. Al día siguiente, Prudencia la llamó en innumerables ocasiones pero no se lo cogió. A última hora, recibió un supuesto mensaje de su hija pero Prudencia sabe que no lo mandó ella.
Al ver que los días pasaban y que Nancy Paola ya no llamaba para ver a sus hijas, su padre alertó a Dénilson de que algo raro pasaba. En ese momento se pusieron en marcha y comenzaron la búsqueda desesperada. Dénilson la llamaba y la escribía siempre con el mismo resultado. No respondía. “Sus hijitas preguntan a diario por qué su mamá no las ha llamado. A la más pequeña se le va la vida llorando y preguntando por qué su mamá ya no le manda audios”, lamentaba Prudencia.
El 26 de agosto ocurrió algo extraño. Carlos Andrés se puso en contacto con Dénilson a través de Facebook para decirle que no sabía nada de Nancy Paola desde hacía ocho días. Según le contó, salió a trabajar y ya no volvió. Además, le dijo que estaba preocupado porque ella estaba embarazada de tres meses, algo que nadie de la familia sabía. “Me llamó al siguiente día y me dijo que estaba en Santander, empezó a llorar por mi hermana y por el hijo que esperaban. Que iba a regresar a Ciudad Real para que pusiéramos la denuncia juntos”, recuerda Dénilson.
Pero había algo en el relato que no cuadraba. Los datos que daba Carlos Andrés eran inconexos, los días en los que él decía no saber nada de ella no concordaban. Tampoco entendía muy bien cómo su hermana había viajado a Santander para cambiar de trabajo sin haberle explicado a la familia de qué se trataba. Su relación era excepcional, hablaban todos los días. Entonces, ¿por qué no sabían los detalles? Todo era muy extraño y Dénilson decidió adelantarse y denunciar a Carlos Andrés.
La Policía comprobó que a diferencia de lo que había dicho, Carlos Andrés estaba en Madrid y no en otro sitio como decía. Así que el día 28 cuando acudió a la comisaría para poner una denuncia por la desaparición de Nancy Paola fue detenido. El juez decretó prisión provisional para él y fue trasladado a la cárcel de El Dueso, en Santoña, Cantabria.
Pero la familia cree que hay alguien más implicado. De hecho, Dénilson señaló directamente a la madre, quien hizo llamadas en estado de ebriedad donde le decía que su hermana estaba muerta.
El caso dio un giro radical cuando los GEO de la Policía encontraron el cuerpo de Nancy Paola metido en varias bolsas y en un lugar apartado. El ADN confirmó las sospechas. El cuerpo es el de la mujer guatemalteca desaparecida. Sobre la autoría, cada vez hay menos dudas. Carlos Andrés fue visto días después en los alrededores del apartamento que alquiló la pareja. Dentro, los investigadores encontraron restos de sangre. Su relato tampoco tenía ni pies ni cabeza. Ahora serán las pruebas de laboratorio las que sirvan para establecer una cronología y armar un relato de los hechos.
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