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El Congreso sitúa la moción de censura de Vox en la semana del 20 de octubre

La Mesa abre un plazo de dos días para dar la oportunidad de presentar mociones con candidatos alternativos. Batet se ha comprometido a fijar un calendario con la fecha del debate la semana que viene

La Mesa del Congreso ha admitido a trámite la moción de censura presentada por Vox contra el Gobierno de Pedro Sánchez tras constatar que cumple los requisitos formales que exige el Reglamento, como la firma de al menos 35 diputados. La iniciativa ha quedado ya lista para que la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, ponga fecha a su debate en el Pleno. Se sigue manejando como principal alternativa la semana del 20 de octubre.

Tras admitir a trámite el escrito, la Mesa lo ha enviado al presidente del Gobierno y a los portavoces de los distintos grupos parlamentarios para que se den por enterados y lo estudien. Además, se ha abierto un plazo de dos días para dar la oportunidad de presentar mociones con candidatos alternativos, para las que se exigen los mismos requisitos y que, en su caso, se debatirán conjuntamente. Además, Batet se ha comprometido a dar la semana que viene un calendario para la moción.

La semana del 20, la más mencionada

Para dar tiempo a este proceso, la votación de la moción o mociones de censura no podrá tener lugar antes de cinco días desde la presentación del primer escrito. La fecha dependerá de la Presidencia del Congreso, Meritxell Batet. Es previsible que la Cámara tenga en cuenta la agenda del Gobierno y que sondee a los principales grupos.

Teniendo en cuenta que el lunes día 12 de octubre es festivo, en la Cámara ven difícil que el debate de la moción de censura de Vox se celebre en esa semana por lo que podría ser la siguiente. Fuentes parlamentarias ven más factible que el debate sea la semana del 20 de octubre, 21 días después de su presentación. El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros indicó en rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces que aún no se sabe la fecha definitiva y subraya que sería la segunda que más tarde se lleva a cabo, ya que a día de hoy, han pasado siete días desde que la registraran el pasado 29 de septiembre. Destacó que todas las mociones de censura se debatieron pasados entre tres y cinco días de su registro salvo una, la de Pablo Iglesias.

Una semana transcurrió en el caso de la moción que presentó Pedro Sánchez el 25 de mayo de 2018 y que se votó el 1 de junio. En aquella ocasión, el PP optó por precipitar la fecha convencido de que, tras aprobar los Presupuestos del Gobierno, la censura del PSOE estaba destinada al fracaso, pero ese pronóstico falló.

La moción de censura de Pablo Iglesias tardó más en debatirse. Se registró un 19 de mayo y se debatió el 13 de junio, casi un mes después. La iniciativa de Podemos no tenía opciones de salir adelante, pues no la apoyaba ni el PSOE. Tampoco la de Vox cuenta con la matemática parlamentaria para ello ya que, incluso el PP ha asegurado hoy que no la apoyará. “Si esa moción saliera adelante, si tuviéramos los votos, que ahora no los tenemos, sería yo quien la hubiera presentado”, garantizó Casado hoy en una entrevista en Esradio. Y es que para que saliera adelante debería incluso contar con el respaldo de independentistas, Bildu o CUP; algo imposible.

Apelar a 298 diputados

El diputado catalán de Vox, Ignacio Garriga será el encargado de defender el texto de la moción en la que será el propio líder del partido, Santiago Abascal el candidato de la misma como alternativa a Pedro Sánchez. Además, tendrá turno de palabra en Pleno para defender su programa de Gobierno.

Los 52 diputados de Vox rubricaron la moción y apelaron a la “responsabilidad” de los 298 diputados restantes para “devolver la voz al pueblo español y recuperar el presente y el futuro arrebatado por el actual Gobierno social comunista”.

El texto, que calificó hoy la Mesa del Congreso, expone detalladamente los motivos que justifican el uso de esta herramienta parlamentaria.Destacan entre ellos “la gestión criminal del Gobierno de la pandemia”, por la que España “lidera todos los ránquines mundiales de efectos catastróficos” También su “clara voluntad de quebrar la concordia nacional”.