El histórico socialista Nicolás Redondo: “El pacto con Bildu embarra nuestro pasado”

Las críticas al apoyo de los batasunos de Bildu a las Cuentas del Estado no cesa. El último en levantar la voz y criticar que el apoyo de los de Otegi a los Presupuestos Generales del Estado ha sido el histórico socialista Nicolás Redondo, presidente de la Asociación “La España que Reúne”.

A través de un comunicado el destacado dirigente socialista y uno de los primeros concejales del PSOE en Vizcaya ha criticado las últimas acciones del gobierno de coalición que se dirigen hacia una sola dirección: destruir el régimen del 78. “La consolidación de las alianzas parlamentarias pretendida por Iglesias confirma esta estrategia de destrucción”, ha asegurado.

Según ha señalado, la irrupción de Podemos en el Gobierno está haciendo que salte el sistema por los aires ya que lejos de “domesticar” al socio minoritario, “Pablo Iglesias, con el apoyo de sus socios Otegi y Rufián, el que hace prisionero al partido mayoritario”.

En este sentido, el dirigente socialista critica “la entronización de HB-Bildu a protagonista de la política española, por parte del Gobierno” ya que muestra “la falta de escrúpulos éticos” y los socialistas olvidan que no han realizado ni la más mínima critica a su pasado criminal.

“El pacto con HB-Bildu embarra nuestro pasado, el pacto con Otegi solo favorece a Iglesias que peroraba contra la Transición en las herriko-tabernas mientras nos quemaban las Casas el Pueblo”, ha recordado Redondo quien insiste en que Pedro Sánchez es rehén de Iglesias, Otegi y Rufián.

¿Dónde queda el dolor? ¿Dónde quedan las lágrimas derramadas por tantos asesinatos? Se pregunta Redondo para luego insistir en que “pareciera que se hubieran convertido en autómatas sin sentimientos, sin alma”.

Finaliza el comunicado lanzando un SOS a los socialistas. “Me dirijo a los socialistas de toda España. Ya que no pueden salvar la dignidad colectiva del partido, salven la suya. Digan donde puedan que no están de acuerdo con los pactos con Otegi. En ocasiones es más importante decir un rotundo “no” que callar... Lo primero es una expresión de valentía; lo segundo, de una cobardía incompatible con la democracia”.