Policía Nacional

Exteriores abandona al malagueño localizado en Perú tras dos años desaparecido

Agustín González, enfermo mental, sigue en Lima porque su familia no puede pagar el billete de avión. Sigue sin medicación y ningún médico le ha visto

Agustín González, desaparecido en Perú hace dos años, ha sido localizado
Agustín González, desaparecido en Perú hace dos años, ha sido localizadoCecidaLa Razón

Hace apenas dos semanas celebrábamos el “milagro” de que Agustín González, un malagueño con problemas mentales, hubiera sido localizado en Lima (Perú) tras casi dos años desaparecido. La historia era complicada y había tenido un final feliz, casi “milagroso”, por las circunstancias que acompañaban el caso pero parece que el desenlace final se ha torcido a última hora. El hombre, de 52 años y con esquizofrenia diagnosticada, continúa sumido en un limbo burocrático, sin medicación y sin que nadie se haga cargo de él. De hecho, si sigue “localizable” ha sido, primero, gracias al altruismo de un vecino de Lima y, ahora, a una ONG religiosa. La familia denuncia que la Administración española no se haya hecho cargo de él, máxime cuando se trata de un enfermo que no se rige por sí mismo y que podría volver a perderse en cualquier momento, lo cual sería dramático. Además, están teniendo problemas con el pago del billete de avión: unos 700 euros que la familia, que atraviesa una situación económica crítica, no puede asumir. Por este motivo y porque aún siguen con problemas burocráticos con Inmigración de Perú (él está indocumentado y no tiene visado) están dejando pasar vuelos Lima-Madrid, ya que, por ejemplo, había uno consular para el 2 de diciembre que podía haber tomado Agustín. La indignación de la familia ante la “dejadez” mostrada por el Ministerio de Asuntos Exteriores es considerable y están desesperados. En nombre de ellos está “peleando” Joaquín Amills, presidente de la asociación SOS Desaparecidos, responsable de que se localizara a Agustín gracias a su plataforma de difusión de alertas y quien se dirigió la semana pasada (aún sin respuesta) a la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, y al consulado de España en Perú.

“No puede estar solo”

Según la misiva, a la que ha tenido acceso este diario, la asociación pide que se hagan “todos los trámites para la repatriación del Sr Agustín a la mayor brevedad posible y que reciba cuanto antes la atención médica urgente en Málaga. Sin duda cada día que transcurre es esta situación es poner en peligro su seguridad”. Amills, que explica que Agustín “no es capaz de andar 100 metros él solo sin perderse”, explica en la carta que ahora Agustín está siendo atendido “por Monseñor Juan Ernesto Iriarte Blas y el Padre Ernesto Gonzalez” de la ONG Templarios del Mundo. Son ellos, dice, quienes le han buscado hospedaje, alimentación y ropa, “sacando a nuestro ciudadano de estar durmiendo en la calle y comiendo en cubos de basura, además de las palizas que reflejan las cicatrices de su cuerpo”.

Le mandaron a un albergue

Y es que la primera vez que Agustín pisó el consulado, en abril de 2019, allí le invitaron a pernoctar en un albergue municipal, de donde huyó a los pocos días tras recibir palizas, robos y vejaciones insufribles. ”Consideramos urgente, necesario y de atención humana que nuestro compatriota sea visto por un facultativo quien además de valorar daños que pueda tener (ha adelgazado mas de 35 kilos), pueda facilitar la medicación oportuna. Es por ello que rogamos encarecidamente a este Consulado y al Ministerio de Exteriores que faciliten al Sr Agustin González la atención médica que precisa con carácter de urgencia, para asegurar su vida así como el regreso a nuestro país”.

Localizado en 48 horas

La historia de Agustín se remonta a hace casi dos años. En enero de 2019 decidió coger un vuelo a Lima y, una vez allí, informó a su familia. Había conocido a alguien a través de las redes sociales y decidió probar suerte. Pero al llegar allí se dio cuenta de que todo había sido un engaño y se vio solo, en Perú y sin su medicación, lo que le hizo entrar en cuadro agudo de su enfermedad que le supuso perder su vuelo de vuelta y quedó vagando por las calles de la ciudad como un mendigo. Su familia, que también presenta un cuadro complicado (otras dos hermanas también padecen la misma enfermedad y su madre tiene 88 años), decidió poner una denuncia por desaparición pero no fue hasta el mes pasado, cuando se pusieron en contacto con la asociación de SOS Desaparecidos, cuando el asunto comenzó a moverse. De hecho, apenas hicieron falta 48 horas para localizarle. Al otro lado del mundo, alguien vio la alerta difundida por SOS y reconoció a Agustín. Le hizo fotos y las envió al teléfono de ayuda. Ante el evidente deterioro del hombre, en la asociación tuvieron dudas pero al enviarlas a la familia, éstos le reconocieron de inmediato. Se había producido el “milagro”: Agustín estaba vivo, razonablemente bien y, lo más importante, localizado. Solo había que traerlo de vuelta a España. Y es en este punto, donde el asunto parece haber encallado. La asociación puso el caso en conocimiento del grupo de Desaparecidos de la Policía Nacional que tramitó con el consulado de España en Perú y el Ministerio de Asuntos Exteriores los pasos para repatriar al malagueño. Pero parece ser que el consulado ha puesto problemas a la familia y les comunicó que el billete de avión debía ser abonado previamente.

Vuelos para el 17 y 18 de diciembre

Este último punto, al parecer, podría estar cerca de solucionarse y, o bien lo abonaría el consulado o daría facilidades de pago a la familia. Agustín, no obstante, podría no regresar hasta el día 17 o 18 de diciembre. Mientras, urge que le vea cuanto antes un médico y que alguien del consulado se preocupe porque no se vuelva a perder. La asociación ha puesto, por primera vez en su historia, una colecta para colaborar con esta familia y solucionar la situación de Agustín.