Corinna Sayn-Wittgenstein se sintió amenazada por Juan Carlos I y el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, tras haber sido ocupadas su vivienda y su oficina, según ha declarado la ex amante del Rey Emérito en el juicio que se ha celebrado en el Juzgado de lo Penal número 8 de Madrid. En su comparecencia como testigo por videoconferencia desde Londres, en la vista oral contra José Manuel Villarejo, la empresaria germanodanesa ha contestado de esta forma a la pregunta del abogado del excomisario, Antonio José García Cabrera, quién le ha interpelado sobre si se había sentido intimidada por “un jefe de Estado y el jefe de los servicios secretos”.
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“Estaba decididamente muy asustada. Llamé al Rey Juan Carlos para pedirle una explicación y me comunicó que Sanz Roldán estaba llevando a cabo una operación para protegerme de los paparazzis”, ha relatado Sayn-Wittgenstein, quien después ha dicho que la explicación que le dio el Monarca “en realidad no era así. No tenía ningún sentido”, ha declarado Corinna, que ha especificado que tras la “ocupación ilegal” de sus oficinas y su casa se sintió “aterrorizada”.
“Muy asustada”
“Sí, estaba definitivamente muy asustada”, ha continuado la testigo, que ha dicho que “no entendía el motivo” por el que habían irrumpido en su casa: “Y no se me proporcionó una explicación adecuada como ciudadana, una persona normal, una mujer, que te encuentras enfrentada con unas personas tan poderosas”, ha dicho.
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En el mismo sentido, la empresaria ha afirmado que el director del CNI también le comunicó en una reunión que mantuvo en un hotel de Londres que no podía garantizar su seguridad ni la de sus hijos, lo que ahondó en sus miedos contra la actuación del anterior Jefe del Estado: “Era el Rey Juan Carlos I el que daba las órdenes, y él [Sanz Roldán] recibía las órdenes desde arriba”, ha completado la testigo.