Mesas electorales

«Sufro arritmias y ansiedad: en otras elecciones me habrían eximido»

Juan Pérez denuncia que la Junta Electoral ha rechazado sus alegaciones pese a padecer una enfermedad cardíaca

Juan Pérez ha sido convocado como suplente sin que hayan aceptado sus alegaciones
Juan Pérez ha sido convocado como suplente sin que hayan aceptado sus alegacionesMiquel GonzálezLa Razón

La deserción era previsible. Se asumía que en las elecciones catalanas de la pandemia muchos serían los que presentarían alegaciones para tratar de eludir la mesa electoral por miedo al contagio, pero se han superado todas las expectativas. En Cataluña han sido convocados 82.251 miembros de mesas electorales, entre titulares y suplentes. Las más de 20.000 peticiones de renuncia que ya han entrado en 10 de las Juntas suponen, paroximadamente, un 25% de todas las personas llamadas al proceso electoral, a la espera de los datos del resto de Juntas. En el caso de Barcelona, hasta ayer viernes entraron 15.865. El alto número y la complejidad de algunas de las alegaciones han hecho que la Junta pida ayuda a dos médicos forenses para que interpreten esos diagnósticos y que los jueces puedan tomar una decisión con mayor conocimiento de lo que se argumenta.

Ante esta circunstancia, la Junta Electoral de Barcelona, que incluso se plantea la posibilidad de recurrir a voluntarios para poder formar todas las mesas, ha optado por ponerse muy estricta en lo que se refiere a la valoración de las diferentes alegaciones. Se trata de que nadie pueda eludir su responsabilidad por motivos médicos no justificados, pero eso entraña un riesgo, el exceso de celo. Y eso es lo que presumiblemente parece haber sucedido con Juan Pérez.

«Me han convocado a una mesa electoral como suplente 2, pero el caso es que yo sufro ansiedad, asma y arritmias del corazón. Me medico a diario por mis problemas cardíacos y en ocasiones también he de hacerlo para controlar mi ansiedad», explica Juan, de 47 años, quien si bien dice desconocer si por su salud podría formar parte del colectivo de riesgo frente al virus, «lo cierto es que el tener que acudir a la mesa electoral me produce desazón y me angustia porque tengo miedo al contagio y eso puede incrementar mi ansiedad, lo cual agravaría mi situación cardíaca». De hecho, en 2013 ya tuvo que ingresar en un hospital después de que un episodio laboral le produjera un ataque de ansiedad que, a la postre, desencadenó en arritmias.

Por todo ello, tras recibir la convocatoria para participar en una mesa electoral, precisamente el mismo día que había formalizado el voto por correo para evitar tener que acudir a depositar su papeleta de forma presencial, visitó a su médico con el fin de tramitar la documentación necesaria que acreditara su estado de salud. «Mi doctor me explicó que habían recibido instrucciones desde la Junta Electoral de limitarse solo a constatar el diagnóstico del solicitante del certificado médico, sin más valoraciones, lo cual me extrañó por cuanto en la normativa de la Junta Electoral especifica que dicho certificado debe ir acompañado de un informe del médico en el que se concreten los motivos por los cuales esa persona no está indicada para hacer las funciones propias de la mesa electoral».

Certificado médico

En cualquier caso, Juan remitió a la Junta Electoral el mencionado certificado, así como el documento que acredita qué medicación debe tomarse y el justificante de su último ingreso hospitalario motivado por sus patologías. La mañana del jueves fue «terrible» para Juan, ya que fue entonces cuando conoció que la Junta Electoral rechazaba su alegación y, por lo tanto, el próximo día 14 de febrero debe presentarse en su colegio electoral como suplente dos. «Lo único que me dicen es que mis problemas médicos no están contemplados como eximentes de mi responsabilidad como miembro de la mesa electoral», comenta Juan, quien recalca que lleva casi un año «sin ver a familiares ni personas cercanas, teletrabajando, y siempre procurando no estar sometido a estrés y ahora no sé por qué me tienen que obligar a exponerme a esta situación, que me provoca mucha ansiedad». «Se prima el derecho a voto al derecho a la salud», denuncia.

«Mi riesgo es doble: por un lado, al contagio, y por el otro a padecer ansiedad y que ésta acabe agravando mi condición cardíaca», denuncia para a continuación revelar que seguramente acabará acudiendo a la mesa electoral, «porque la multa es muy elevada y no quiero tener pena de cárcel por una cosa así». En cualquier caso, él tiene una cosa clara: «Estoy seguro que en otras elecciones me hubieran eximido, pero en esta ocasión no lo han hecho porque tienen medio de que no haya gente suficiente para formar las mesas electorales».