Resultados por provincias
Illa impide la victoria independentista en Barcelona
El PSC aprovecha la debacle naranja, ERC gana por primera vez en Tarragona y JxCat es la fuerza más votada en Gerona y Lérida
La victoria del PSC en las urnas se ha sustentado sobre los cimientos de Barcelona, donde la candidatura del exministro Salvador Illa casi ha duplicado los resultados de 2017, pasando de los 13 escaños de entonces a los 23 actuales, la parte del león de los 33 que ha conseguido en toda Cataluña.
La anunciada sangría del voto naranja, constatada en las urnas en toda su crudeza, dejaba abierta la lucha entre socialistas, ERC y JxCat por la victoria en Barcelona y Tarragona, donde reinó Arrimadas hace cuatro años. Illa, sin embargo, no pudo recoger el testigo naranja también en Tarragona, donde los republicanos han conseguido ganar por primera vez en unos comicios autonómicos en una provincia que ha sido tradicional feudo convergente hasta la sorpresiva irrupción de Ciudadanos.
Menos abierto estaba el panorama electoral en los habituales caladeros de voto independentista en Gerona y Lérida, donde JxCat repite como fuerza más votada (aunque se empatada a escaños con los republicanos en la circunscripción ilerdense).
Pero al margen de las victorias electorales de uno u otro partido, en las cuatro provincias catalanas el otro gran protagonista ha sido la abstención, que si fuera una lista electoral habría rozado la mayoría absoluta, pues en las cuatro circunscripciones supera el 45% y en Tarragona roza el 50%).
El desembarco de Vox En Cataluña (siete escaños en Barcelona, dos en Tarragona y uno más en Lérida y Gerona) y el descenso a los infiernos electorales de Ciudadanos (que desaparece con estrépito en Gerona y Lérida y apenas retiene cinco escaños en Barcelona y uno más en Tarragona) son los otros titulares que deja la noche electoral. Junto a la fructífera cosecha electoral de la CUP (que mejora resultados en todas las circunscripciones), el estancamiento de En Comú Podem y el nuevo paso atrás del PP, que lejos de beneficiarse del naufragio naranja pierde un diputado más en su progresivo viacrucis hacia la irrelevancia electoral en Cataluña.
Barcelona: Illa gana en votos y en escaños tras la debacle naranja
El principal caladero de votos de Cataluña –85 de los 135 en disputa, casi un 63 por ciento del total– aupó hace cuatro años a Ciudadanos a una victoria histórica en las elecciones catalanas. No en balde, Arrimadas obtuvo en la provincia de Barcelona 24 de sus 36 escaños. Ahora, sin embargo, todo ha sido diferente y el voto en la circunscripción estrella ha dejado patente como en ninguna otra el hundimiento naranja, que en el epicentro de su proyecto político únicamente logra cinco parlamentarios .
El PSC de Illa ha sido el gran beneficiado de esa sangría de votos naranjas, pues la candidatura del exministro de Sanidad, que ha sido profeta en su tierra –es natural del municipio barcelonés de La Roca del Vallés–, ha «vampirizado» la mayoría de esos apoyos a Arrimadas en 2017, hasta el punto de que suma 23 diputados frente a los trece que consiguió en los anteriores comicios.
El otro gran protagonista en Barcelona es Vox, pues Ignacio Garriga (el cabeza de lista más joven, con 34 años) irrumpe con siete diputados, beneficiándose también del hundimiento naranja, que con 5 parlamentarios prácticamente solo conserva una quinta parte de sus escaños.
El independentismo vuelve a pinchar en hueso en la circunscripción estrella: pese a que ERC gana un escaño, con 19 se queda a cinco del PSC, mientras que JxCat da un paso atrás y la lista encabezada por Puigdemont y la presidenciable Laura Borràs pierde un diputado.
En Comú Podem salva los muebles y conserva sus siete diputados en el Parlament por Barcelona, y la CUP tiene motivos para sonreír pues araña dos escaños más y pasa de 3 a 5.
En una noche nefasta para el PP, la lista que encabezaba Alejandro Fernández en Barcelona al menos conserva sus tres escaños de 2017, aunque su drama electoral es que no es capaz de aprovechar los jirones naranjas, como sí han hecho tanto Vox como el PSC de Illa.
Tarragona: ERC vence por primera vez en unas autonómicas
La segunda circunscripción que más escaños reparte (18) tras Barcelona mantenía abierta la incógnita de qué fuerza heredaría el caudal de votos de Cs, que en 2017 rompió por primera vez la sempiterna hegemonía de CiU, y después de JxSí.
Las sucesivas fugas en Ciudadanos de los dos portavoces naranjas en el Ayuntamiento de la capital tarraconense –Rubén Viñuales primero (rumbo al PSC) y Sonia Orts después– y del concejal José Luis Calderón no hacían presagiar nada bueno. Y los peores pronósticos para la formación de Arrimadas han terminado por confirmarse.
Pero pese a que, como ha sucedido en Barcelona, todo parecía apuntar a que sería el PSC el que gracias a esos votos se alzase con la victoria, finalmente la pugna se ha resuelto en favor de ERC, que ha rentabilizado en las urnas el fichaje del exdiputado socialista Carles Castillo y que, con la periodista Raquel Sans, ha conseguido el hito electoral de ganar por primera vez en Tarragona, con 5 escaños (uno más que en 2017) unos comicios autonómicos.
La candidata del PSC, María Ibarra, que repetía como cabeza de lista, no ha conseguido imponerse por escaso margen y se ha tenido que contentar con 4 escaños, que duplican los obtenidos en los anteriores comicios.
JxCat también deja pasar la oportunidad y la lista encabezada por Albert Batet, persona de confianza de Puigdemont, repite resultados, también con cuatro diputados, al igual que En Comú Podem, que se aferra a su único escaño por esta circunscripción, el mismo botín que consigue la menguante lista naranja.
El PP culmina lo que estuvo a punto de convertirse en realidad en 2017 (y que solo evitó in extremis el voto por correo), cuando Alejandro Fernández encabezó la candidatura popular por esta circunscripción, y los populares se quedan por primera vez sin representación en el Parlament por Tarragona.
Como en el resto de Cataluña, Vox sí se beneficia de la defección en Ciudadanos: si dos de los cuatro escaños que pierde van a parar al PSC, los otros dos han terminado en las manos de Vox.
Gerona: JxCat repite en el principal feudo independentista
No ha habido sorpresas en el liderazgo electoral en el principal feudo independentista. Gerona ha sido fiel al proyecto político de su exalcalde Carles Puigdemont una vez más y JxCat ha revalidado su victoria de 2017 con los mismos siete escaños, aunque muy lejos, por los estragos de la abstención, de los casi 150.000 votos de entonces.
A diferencia de lo ocurrido en Tarragona, JxCat sí consigue doblar aquí el pulso a ERC, que no supera sus cuatro escaños de los anteriores comicios.
El PSC es la tercera fuerza tras triplicar su único escaño de 2017 y Ciudadanos desaparece al perder sus cuatro diputados por esta circunscripción.
Las buenas noticias son para la CUP, que araña otro escaño y suma dos, y sobre todo para Vox, que con Alberto Tarradas consigue un escaño después de que su líder, Santiago Abascal, tuviese que sufrir el lanzamiento de piedras, huevos y frutas en el municipio de Salt en plena campaña en la provincia más independentista de Cataluña. Un incidente que precipitó la querella de Vox contra el conseller de Interior de la Generalitat por lo que considera una falta de protección a sus candidatos por parte de los Mossos.
Lérida: ERC empata a escaños con JxCat, que se deja uno
Aunque Junts per Catalunya se mantiene en la provincia de Lérida como primera fuerza en votos (44.787) y en porcentaje (28,04 por ciento), la lista que encabeza el conseller Ramón Tremosa se deja un diputado, lo que permite empatar a cinco escaños a la candidatura de ERC que lidera Marta Vilalta.
El PSC también cosecha buenos resultados en Lérida, pues triplica su único parlamentario de hace cuatro años, lo que le permite erigirse como la tercera fuerza más votada.
Los otros dos escaños que se reparten en la circunscripción van a parar a la lista de la CUP que lidera Pau Juvillà y a la candidatura de Vox.
Como ocurre en Gerona, Ciudadanos desaparece del mapa electoral en Lérida, pues apenas retiene cinco mil de los 41.000 votos que cosechó en 2017. Un desplome que no aprovecha el PP, que con la mitad de los respaldos de entonces sigue sin conseguir representación en el Parlament.
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