Vox logra el pin parental a cambio de tumbar la moción Murcia

El «embrión» de la unificación del centroderecha podría estar gestándose en la Región de Murcia. Al menos, todo apunta a que así será a partir de hoy cuando los tres parlamentarios murcianos que fueron expulsados de Vox el pasado verano voten en contra de la moción de censura presentada por Ciudadanos y el PSOE. Juan José Liarte, portavoz de los tres «díscolos» de Vox, zanjó ayer de un plumazo las dudas sobre su posicionamiento y aseguró que votarán «no» al Gobierno Cs-PSOE. «La opción preferida, siempre, la que nos atrae, es la propuesta del PP, la que apunta a unificar el centroderecha, y es lo que creemos necesario para la Región de Murcia y España».

Toda una nueva réplica al terremoto iniciado el miércoles pasado con el anuncio de una moción contra el Gobierno de Fernando López Miras, que fue «cocinada» en Madrid por Inés Arrimadas y Pedro Sánchez, para «asaltar» el Gobierno murciano y sacar a Fernando López Miras de la presidencia. La Región de Murcia, de nuevo, volvió a ser el laboratorio de España.

Pero los votos de los tres expulsados de Vox no serán a cambio de nada, tal y como dejó claro Liarte. «Las promesas, en este momento, no tienen ningún valor», por lo que pidió «actos». Entre ellos, y aunque dijo que no se trata de una condición indispensable, el portavoz de Vox no descartó entrar a formar parte del nuevo gobierno de unificación.

«Lo que nosotros hemos estado hablando es de proyectos y de garantías, como la de la libertad de los padres y de las familias para tener la última palabra sobre la educación de sus hijos». Así, entre estas cuestiones se encuentra el «pin parental». Un compromiso por parte del PP ha sido determinante para que los tres ex diputados de la formación de Santiago Abascal hayan decidido darle su apoyo y votar en contra de la moción de censura impulsada por las direcciones nacionales del PSOE y Cs.

En la toma de esta decisión tuvo que ver, sin duda, las declaraciones realizadas por el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Joaquín Segado, quien al hablar de un acuerdo con Vox, aseguraba que la Región de Murcia podría ser el «embrión» del modelo centroderecha para España. «Queremos el apoyo de todos los diputados para que la moción no prospere. Las ideas de Vox son más próximas al PP, y realmente coincidimos en que ahora es una oportunidad histórica para crear un gran proyecto de este calibre en España».

Toda esta escenificación improvisada de un nuevo modelo de gobierno llegó tras una intensa (y tensa) jornada parlamentaria en la que se debatieron los motivos por lo que se presentaba la moción de censura. Un «espectáculo bochornoso», según calificaron algunos dirigentes tras bajar de la tribuna, que puso a la Región de Murcia de nuevo en el centro de las miradas del país. Los reproches, las acusaciones de corrupción tanto de Gobierno como de la oposición, y la palabra «tránsfugas» centraron gran parte de las intervenciones en las que, en más de una ocasión, la presidencia de la Cámara tuvo que llamar al orden.

La coordinadora autonómica de Ciudadanos y candidata al Gobierno, Ana Martínez Vidal, centró su discurso en la vacunación de los altos cargos fuera del protocolo y señaló continuamente a los tres diputados de Cs –Isabel Franco, Valle Miguélez y Francisco Álvarez– que anunciaron que votarán en contra de la moción. «No tienen moral. Representan lo más indigno de la política y se han vendido por un cargo».

Contra Martínez Vidal cargó el presidente Fernando López Miras, quien acusó precisamente a la dirigente naranja de ser ella la tránsfuga de su propio Gobierno. «Usted sí que ha incumplido su acuerdo con el Ejecutivo murciano». «Esta moción está urdida en lo más negro de las cloacas de la política, orquestada fuera de la Región y contra la Región».

Una «cloaca» que volvió a salir a escena cuando Segado recordó que Cs estaba firmando el acuerdo de un futuro gobierno con una persona imputada por prevaricación administrativa, el secretario general del PSOE, Diego Conesa. «La moción demuestra que quien engaña a sus socios es Martínez Vidal, ya que está manchada por la corrupción del PSOE y la indignidad de su traición».

Por su parte, Conesa tomó ejemplo de las políticas nacionales, y dio a elegir entre dos alternativas para la Región de Murcia: «Regeneración o corrupción». «El PP ha cometido en ‘streaming’ la mayor infamia para la democracia, y ha comprado voluntades utilizando los sillones del Consejo de Gobierno», dijo.

Todas las miradas apuntan hoy a Martínez Vidal, quien deberá tomar una decisión cuando fracase la moción con la que pretendía derrocar al gobierno del que ella misma formaba parte hasta hace apenas una semana.