La sonrisa de Cuixart

Observar las imágenes de los líderes independentistas causa estragos en el recinto intelectual de cualquier ser humano con principios. Hay que coger aire unos segundos y volver a mirar al papel para tratar de entender qué ha sucedido en este país para alcanzar una situación tan patética.

Sánchez concede los indultos para poder sacar sus presupuestos y seguir en la Moncloa, mientras los presos cambian su dignidad por el dinero que les va a llegar desde la “ladrona” Madrid Todos salen ganando menos los españoles que creen en la unidad territorial y en el respeto a las leyes. Su negocio, por eso las risitas, sigue intacto. Ya que hablan tanto de Europa, si un “golpe” como el perpetrado por estos tipos hubiera sucedido en Alemania, Francia, Reino Unido o Italia ninguno de ellos se estaría mofando de la Justicia con la ayuda del presidente del Gobierno.

s absolutamente “kafkiano” tratar de sacar alguna conclusión lógica de una iniciativa que rompe, hasta el extremo, los cimientos de la base de nuestra democracia. Es decir, la confianza en el Estado de Derecho por parte de los ciudadanos.

El Tribunal Supremo dejó claro que rechazaba indultarles y recordó que todos los países europeos persiguen este tipo de delitos. Ahora la incógnita planea sobre el futuro de Cataluña y sus ciudadanos, que ven legitimada a la panda que los arrolló durante años con técnicas de control y acoso netamente fascistas: refuerzo del discurso irracional y totalitario de la “República Catalana” imaginaria, incendio de las calles de Barcelona durante semanas con total impunidad y acoso constante a todos los que piensan diferente.

La satisfacción en el gesto de Cuixart y su mano alzando el signo de la victoria me intrigan porque al final los golpistas se salen con la suya. Mantendrán se chiringuito, su forma de vivir, su mentira ante los catalanes, para nada sirvieron las detenciones, el juicio y la cárcel. Para nada.