Moncloa excluye a Montero de la presentación de la Ley del “sí es sí” porque no es una novedad

La Ley de Libertad Sexual ha tensionado la coalición de gobierno desde sus inicios. Antes de que la pandemia del coronavirus golpeara el país, las primeras discrepancias entre PSOE y Podemos surgieron a raíz de un texto legal que nacía con la vocación de dar respuesta al grito de indignación que recorrió las calles de España tras la sentencia de “La Manada”: “No es abuso, es violación”. De este llamamiento surgió la necesidad de “blindar el consentimiento” en la legislación española, pero las fuerzas que conviven en el Consejo de Ministros dudaban de si hacerlo vía reforma del Código Penal, como sostenía el PSOE, o con una ley específica, como quería Podemos. Finalmente se impuso esta segunda opción y la iniciativa se aceleró para aprobarse antes del 8 de marzo de 2020.

Esto supuso el primer choque entre Irene Montero y Carmen Calvo e incluso se vio salpicado el ministro de Justicia, Carlos Campo, que cuestionó la solvencia jurídica del texto y que recibió el calificativo de “machista” por parte del entonces vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. La coloquialmente denominada ley del “Solo sí es sí” se ha aprobado esta mañana en el Consejo de Ministros, en trámite de segunda lectura, y ha estado una vez más rodeada de polémica. La ministra de Igualdad, Irene Montero, no ha estado presente en la sala de prensa de Moncloa para su puesta de largo posterior a la reunión del Gabinete, algo que ha llamado la atención.

Para paliar este vacío informativo, Montero publicó un vídeo en sus redes sociales antes incluso de que comparecieran en rueda de prensa la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, y la vicepresidenta segunda y titular de Economía, Nadia Calviño. Fuentes de Moncloa intentaron restar trascendencia a esta ausencia de la ministra de Igualdad, que el pasado martes sí compareció para explicar la Ley LGTBI y Trans. En concreto, argumentaron que el Consejo de Ministros había sido “muy intenso”, cargado de temas y exponiendo que tampoco el ministro de Migraciones y Seguridad Social, José Luis Escrivá, que aprobaba el acuerdo de pensiones; o el de Política Territorial, Miquel Iceta, que aprobaba la reforma que busca reducir la temporalidad en el sector público.

Sí compareció Nadia Calviño que presentaba su anteproyecto de ley de Startups, porque era un tema “más pujante”. De este modo, también se restaba trascendencia a la ley del “Solo sí es sí”, asegurando que no es una novedad, que llegaba en trámite de segunda lectura y que ya se había presentado en su día. Además, durante la tarde se iba a ofrecer un briefing informativo para dar todos los detalles de una norma que se defiende como “pionera” y “un avance decidido en la protección de las mujeres y la erradicación de las violencias sexuales”.

El Gobierno sí ha recordado su “compromiso en relación con la ampliación de derechos entre hombres y mujeres”, ya que esta ley “pone a las víctimas en el centro de la acción pública, reforzando la reparación acompañamiento”. También pone “el foco del consentimiento como aspecto fundamental de los delitos sexuales: silencio o pasividad no es consentimiento”, señalan desde el Ejecutivo. La principal novedad está en la distinción entre abuso y agresión sexual, pues ahora “toda conducta sin consentimiento será considerada agresión y el delito de violación ya no solo requerirá de violencia e intimidación”. También se agravará con penas superiores si la agresión se produce por un grupo o “manada”.

Ahora, tras recibir el aval del Consejo de Ministros, la norma pasará al Congreso de los Diputados donde se buscará su aprobación por “un amplio consenso”. Una forma de trasladar un “mensaje al conjunto de los colectivos y de la sociedad. Y también a aquellos que niegan la violencia machista en toda su extensión”, ha asegurado la portavoz del Gobierno.