Encuesta NC Report
Los votantes del PP apoyan a Casado y no quieren a Rivera en el partido
El 60,9% da por superada la etapa de la corrupción y el 78,3 % aprueba el cambio de sede
Después de tres años al frente del PP Pablo Casado ha consolidado su liderazgo entre sus votantes. Hasta el 73,9 por ciento valora como «bien o muy bien» su gestión en la Presidencia del partido y el 96,3 por ciento dice que volverá a votar al PP en las próximas elecciones generales. La mayor tasa de aprobación la tiene en el votante que se encuentra en la horquilla de entre los 35 y 54 años, pero en este sondeo de NC Report la diferencia con el segmento de votantes de hasta 34 años, con el porcentaje más bajo de adhesión, es de solo cuatro puntos. La fidelidad en su votante la tiene consolidada por encima del 95 por ciento en todas las horquillas de edad.
En este alto grado de aprobación pesa que en el imaginario de su electorado la mayoría también da por superada la etapa de corrupción. Un 60,9 por ciento confirma que con el nuevo equipo de dirección se ha dejado atrás a ese lastre, que tanto ha penalizado electoralmente a nivel nacional y autonómico a las siglas. Esta idea tiene más peso entre los votantes menores de 34 años, mientras que los mayores de 55 son, sin embargo, los que están más divididos respecto a si esa etapa es ya parte del pasado.
Casado llegó a la Presidencia del PP con una promesa de regeneración y ejemplaridad, consciente de que, además del desgaste de gobernar, los casos que arrastraban las siglas del PP por los tribunales habían sido una de las razones principales de la desafección del votante más de centro y desideologizado, que se había fugado mayoritariamente a Ciudadanos (Cs). En Génova están convencidos de que, liberando a las siglas de esa carga, Cs deja de ser un partido útil para el centro-derecha. La decisión de la dirección de cambiar la sede nacional del partido, que tiene una razón económica, ahorro de costes, pero también de liberar a la marca de la identificación con las etapas oscuras del pasado, consigue el apoyo mayoritario del electorado popular.
Un 78,3 por ciento se suma a esa iniciativa que ha abierto debate dentro del partido y que obligó a posicionarse, marcando prudentemente distancias, al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, por la forma en que el equipo de Casado tomó la decisión y la anunció. Fue su escudo para intentar desplazar el foco del desastre en las últimas elecciones autonómicas catalanas. Con independencia del debate interno, esta encuesta confirma que en el granero popular sí respaldan el cambio de sede nacional para desvincularse de un edificio, situado en la madrileña calle de Génova, en el que se llegó a ver entrar a la Policía Nacional para buscar documentación dentro de la investigación del juez Pablo Ruz sobre las obras de reforma, investigadas por un posible delito fiscal en el «caso Bárcenas». El consenso que genera esta pregunta contrasta con la división en ese electorado que provoca la idea de si el PP debe seguir contando con los ex presidentes del Gobierno Mariano Rajoy y José María Aznar en su acción política. Un 49,2 por ciento está de acuerdo con que Génova siga contando con ellos, mientras que el 45,7 por ciento se opone.
El votante de más edad es el más partidario de que Aznar y Rajoy mantengan su status quo y sean cuidados como referentes de la organización, y lo menores de 34 años son los que dejan ver más recelos. Estratégicamente el problema que plantean Aznar y Rajoy es que no ayudan a Casado a desvincularse del pasado, y esa no desvinculación le perjudican, creen en su equipo, a la hora de ganar espacio por el centro. El votante más a la derecha lo tienen ya asegurado, o si está en Vox, no cambiará de siglas sólo porque «vea pasearse a Rajoy y a Aznar por los actos del PP». «Las tutelas nos quitan más voto del centro que el que podamos obtener por la derecha», sentencian en la dirección popular.
En la estrategia de la cúpula también entró la decisión de abrir un proceso de aproximación al ex líder de Ciudadanos Albert Rivera, que hasta tendrá su reflejo en la Convención Nacional de otoño, donde Rivera está incluido en la lista de ponentes. Este acercamiento se ha extendido a otros cargos naranjas como el ex secretario de Organización de Cs, Fran Hervías, y ha ayudado a la operación de Génova para lanzar una OPA sobre dirigentes nacionales y territoriales naranjas, aprovechando la crisis electoral y de gestión que sufre el partido de Inés Arrimadas.
Viendo los resultados electorales de Cs en todas las últimas citas en las urnas, sus fugas territoriales, y el efecto dominó en pérdida de poder del fracaso de la moción de Murcia, no puede negarse que Génova está acertando en la ofensiva que han bautizado como la operación de reunificación del voto por la base. Pero esta encuesta de Nc Report también refleja que la mayoría del votante popular está en contra de que Rivera alcance una «función preponderante» en el PP. El 59,4 por ciento se opone frente a un 34,7 por ciento que no le ve ningún problema. Llama la atención que los votantes con más animadversión hacia el fundador de Cs son los menores de 34 años (64,2 por ciento ).
Por último, un 51,8 por ciento cree que Casado es el mejor candidato para las generales; y el 39,8 por ciento se inclina por Isabel Díaz Ayuso.
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