Enkelejda Sulaj, de 37 años, logró reencontrarse el jueves con sus hijos de 10 y 11 años en los juzgados de Caldas de Rainha (Portugal)

El secuestro parental (con final feliz) que volvió a poner en vilo a Tenerife

Enke Sulaj ha recuperado a sus hijos después de que la Policía detuviera al padre en Portugal

La cantidad de emociones que ha vivido en los últimos días Enkelejda Sulaj, una mujer albanesa de 37 años que vive en Hamburgo, comenzará a pasarle factura una vez que se relaje y asimile todo lo sucedido. Afortunadamente su periplo ha tenido un final feliz pero han sido muchos meses –faltaban tres días para que se cumplieran exactamente ocho– de verdadera angustia y de pensar todas las opciones posibles sobre cómo estarían sus niños: Kristian y Amantia Toska de 11 y 10 años respectivamente. Su padre, Lorenc Toska, albanés de 44 años se los había llevado en uno de sus permisos de visita el pasado 29 de diciembre y no los volvió a entregar a su madre, de quien se había separado en 2013 tras un matrimonio donde ella sufrió violencia machista. De ahí, entre otras cosas, que la custodia de los menores fuera para Enke. No fue hasta mediados de enero cuando una amiga de la niña habría recibido un mensaje en el que Amantia le decía que estaban en una isla donde «todo el mundo habla español».

Enke logró averiguar que se trataba de Tenerife y se fue allí a pegar carteles y aquí encontró la ayuda de la asociación SOS Desaparecidos, que difundió rápidamente la alerta. Lorenc la llamó para advertirla de que como acudiera a la Policía la mataría a ella y a los niños. La mujer puso una denuncia denunciando las amenazas y el Juzgado de Instrucción número 2 de Santa Cruz dictó una orden de busca y captura contra él. Antes ya le había dado un plazo para que entregara a los niños pero él se fue de la isla antes de que expirara ese tiempo y cogió un vuelo con total libertad el pasado 19 de junio. Lorenc, Kristian y Amantia aterrizaron en Madrid y se cree que fue vía terrestre como llegaron a Portugal.

Un apartamento en Peniche

Tras una breve parada en Lisboa, donde se registraron en un hotel y alquilaron un coche a nombre de una mujer –una supuesta amante de Lorenc, que le acompañó en todo este periplo–, llegaron a Peniche, una localidad costera situada a unos 30 kilómetros de Caldas de Rainha. Los investigadores de la Policía Nacional de Tenerife sitúan al albanés en el país vecino y avisan a sus compañeros del Grupo de Fugitivos, que gracias al enlace que tienen en el país luso, le sitúan en apenas unas horas. Los cuatro estaban en un apartamento de alquiler y en menos de 72 horas Lorenc estaba detenido y los niños a salvo.

Lorenc Toska, de 44 años
Lorenc Toska, de 44 añosfotoLa Razón

“Me han tendido una trampa”

Lo único que dijo, según fuentes policiales, era que le habían tendido una «trampa». En cuanto supo de la detención Enke cogió el primer avión a Portugal y tras un día de trámites burocráticos (tuvo que hacer una traducción jurada del documento que le otorga la custodia de los niños), pudo reencontrarse con sus hijos.

La mujer tuvo un especial recuerdo para la madre de Olivia y Anna, el otro caso de secuestro parental que tuvo en vilo a toda España. A pesar de su dolor, Beatriz Zimmermann estuvo en contacto con Enke y se alegró mucho del feliz desenlace. «Sé que dos angelitos allí arriba nos han ayudado», le dijo. Mientras, Lorenc Toska será entregado a las autoridades españolas y el juez decidirá su situación procesal.