Base de Torrejón

El Rey quiso saludar al embajador en Kabul, cesado por Moncloa el día 3

Recorrió el aeródromo que ha acogido a los refugiados afganos y aplaudió al personal que los ha atendido

Felipe VI y Pedro Sánchez, con Gabriel Ferrán y Paula Sánchez, ayer en la base aérea de Torrejón
Felipe VI y Pedro Sánchez, con Gabriel Ferrán y Paula Sánchez, ayer en la base aérea de TorrejónJesús HellínEuropa Press

Gabriel Ferrán, embajador en Kabul desde finales de 2018, y Paula Sánchez, que ocupaba desde hace un año la segunda jefatura de la embajada, fueron los últimos en salir de la ratonera afgana. Mientras sus homólogos de otros países emprendieron viaje de regreso en los primeros aviones, ellos se ocuparon de coordinar la marcha de los miembros de la delegación diplomática y sus colaboradores afganos, ayudados por las fuerzas policiales y militares destacadas en el país con el apoyo de los refuerzos enviados desde España. Ferrán no enfiló la salida hasta que todos estuvieron listos. Fue el viernes, en el último vuelo de evacuación, con los refugiados rescatados hasta entonces. El diplomático había sido cesado por Moncloa el 3 de agosto, por eso su gesto ha sido ampliamente reconocido.

Ayer, una de las imágenes de la jornada durante la visita del Rey a la base aérea de Torrejón, fue precisamente el saludo de Felipe VI a Gabriel Ferrán y Paula Sánchez, encuentro que había pedido el Monarca. Según fuentes de Casa Real, conversaron sobre la situación de Afganistán y algunas regiones del país que el Rey conoce tras 20 años de misión de las Fuerzas Armadas sobre el terreno.

Felipe VI vio in situ el dispositivo instalado para recibir a los ciudadanos afganos y el campamento en el que están instalados los últimos que llegaron a España el viernes. Primero presidió la reunión del grupo de trabajo interministerial sobre Afganistán y pidió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que transmita el «reconocimiento» a todas las personas que han participado en el dispositivo «por su voluntad y capacidad profesional».

Tras el encuentro, de media hora de duración, el Rey y Sánchez, acompañados de siete ministros, recorrieron las instalaciones e hicieron el mismo camino que durante días han realizado los afganos una vez en España. Al llegar al hangar donde se encuentra el grupo de trabajadores y voluntarios que han ido atendiendo a las 2.206 personas que las Fuerzas Armadas han conseguido sacar de Afganistán, la comitiva se paró a hablar con ellos: miembros de Sanidad Exterior que han realizado las PCR y tomado la temperatura a los evacuados, el personal de Emergencia Consular, que realizó las primeras identificaciones, y también voluntarios de Cruz Roja. Además, estuvieron con personal del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social e Inmigración y de Defensa, que coordinó el operativo. Más tarde se dirigieron al campamento provisional habilitado el día 19 para acoger durante las primeras 72 horas a las personas que han llegado en un total de 17 aviones fletados por España.

La visita concluyó con una foto de familia y se remató con un doble aplauso del Rey, el jefe del Ejecutivo y todos los ministros al personal que ha participado en el dispositivo de acogida.

Robles: «Felipe VI se mostró muy emocionado»

La ministra de Defensa, Margarita Robles, aseguró ayer que el Rey se mostró «muy emocionado» durante la visita a la base aérea de Torrejón de Ardoz al comprobar el «esfuerzo solidario» que ha supuesto la misión de evacuación de Afganistán y que representa «a la mejor España».
En una entrevista en RTVE recogida por Servimedia, explicó que han sido días «muy duros» y ahora ver a las personas evacuadas «nos reconforta a todos». La visita del Rey a la base aérea permitió vivir una jornada «de agradecimiento, de reconocimiento y de esperanza» al saber que España va a proporcionar a esas personas «un futuro mejor».
La ministra juzgó «imposible» dar una cifra de los que se han quedado esperando salir, porque había «miles» de personas aguardando su momento en las inmediaciones del aeropuerto de Kabul, incluso con bebés recién nacidos y con personas muy mayores, pero subrayó que el cálculo inicial de España era evacuar a unas ochocientas personas y finalmente han sido más de 2.000. Ha faltado tiempo para sacar a más personas, reconoció, pero «se ha hecho todo que humanamente se ha podido».
Robles subrayó que incluso Estados Unidos ha reconocido que la situación en Afganistán «se ha ido de las manos» a todos y que Occidente en su conjunto «tiene que sacar conclusiones» de lo que ha sido «un fracaso clarísimo».
A partir de ahí, quiso poner en valor el «sacrificio» de los diplomáticos y militares españoles y aseguró que «con toda discreción y prudencia», España seguirá trabajando para seguir sacando de Afganistán a los ciudadanos que colaboraron con la misión internacional y que quieren salir del país. «Se hace mucho, muy calladamente, con mucha responsabilidad», y con el objetivo de «salvar vidas», aseguró.
La ministra de Defensa se desplazó por la tarde a Zaragoza para recibir a dos aviones A400M procedentes de Dubái con miembros del Ala-31 del Ejército del Aire y del Escuadrón de Apoyo al Despegue Aéreo.