El Congreso recupera (por fin) la presencialidad en las votaciones

Diecinueve meses después, volveremos a ver el hemiciclo lleno hasta la bandera. Aunque sea solo para las votaciones, pero la vuelta a la normalidad parece llegar a la Cámara Baja. Lo hace con retraso, eso sí, después de que la mayoría de las empresas ya se hayan adaptado a la nueva normalidad y un mes más tarde que la Cámara Alta, que a finales de septiembre acordó la vuelta de sus senadores al cien por cien.

La mesa del Congreso de los Diputados, mayor órgano con capacidad de decisión en la Cámara Baja, acordó este martes recuperar desde la próxima semana y con carácter general un 100 por cien de presencialidad en las votaciones del hemiciclo. Una petición que con contundencia han exigido en varias ocasiones desde el Partido Popular y Vox. De este modo, cuando llegue al Congreso el Proyecto de los Presupuestos Generales del Estado para 2020 –esto es como tarde a finales de diciembre– veremos la imagen de un Hemiciclo a rebosar. Una fotografía que distará de la recabada en 2020, cuando en el mes de diciembre, el 50 por ciento de los diputados tuvieron que votar de manera telemática debido a las medidas sanitarias recomendadas por la mesa del Congreso y por Sanidad.

Sin embargo, en el resto de sesiones, como en las sesiones de control al Gobierno, los diputados seguirán contando con limitaciones. El aforo para este tipo de jornadas parlamentarias será del 75 por ciento. Eso sí, según explican fuentes parlamentarias, de manera «excepcional», cuando la «duración o las características de la votación así lo aconsejen, se podrá establecer que todos los diputados emitan su voto telemáticamente».

Una medida que, choca, sin embargo, con la relajación de medidas de restricción que la mesa del Congreso ha determinado para el resto de empleados o, por ejemplo, para los periodistas. El número de informadores por medio se ha incrementado ya de dos a tres, –para los profesionales que cuentan con mayor cupo–. Aunque solo podrá entrar un periodista por medio comunicación a los pasillos del Congreso de los Diputados.

Así, la institución pone fin a una situación que si bien se entendía que se mantenía en el tiempo por prudencia sanitaria ya se estaba situando en el foco político. El PP y Vox han sido los grupos de la oposición que más se han esforzado en los últimos meses en denunciar la necesidad de la vuelta a la presencialidad. Más aún desde que la Comunidad de Madrid anunciara en el mes de septiembre la eliminación de las restricciones de aforo. Las críticas de la oposición se derivaban también hacia la falta de control parlamentario a los miembros del Gobierno tanto en las sesiones de control como en las comisiones parlamentarias. La prolongación del voto telemático en el Congreso era considerada por varios grupos parlamentarios como la puerta abierta para que muchos diputados se excusasen de la asistencia al Pleno y a las votaciones. También, alimentaba la vieja leyenda de que los diputados con circunscripción provincial diferente a la capital solo «pisaban Madrid» de martes a jueves. Y así, con la vigencia de la normativa sanitaria Covid- podían «escaquearse», incluso, de estos tres días de trabajo, donde la actividad parlamentaria deriva en un ritmo más frenético.