Reportaje

25 meses sin ferris: El Estrecho vuelve a ser puente entre España y Marruecos

Tras dos años de interrupción por la pandemia y la crisis diplomática, esta semana han vuelto a operar las conexiones marítimas entre ambos puertos

Un pasajero enseña la documentación a la policía marroquí a su llegada al puerto de Tánger (Marruecos) en el primer barco procedente de Tarifa
Un pasajero enseña la documentación a la policía marroquí a su llegada al puerto de Tánger (Marruecos) en el primer barco procedente de TarifaFatima Zohra BouazizAgencia EFE

El estrecho de Gibraltar vuelve a ser puente humano entre dos países. Tras dos años de fronteras marítimas cerradas –a causa de la pandemia y de la crisis bilateral las conexiones por barco para las personas entre los puertos marroquíes y españoles comenzaron a operar esta semana (concretamente las conexiones entre Algeciras y Tarifa con Tánger). Se trata del primero de los puntos de la flamante hoja de ruta que acordaron las dos administraciones en el curso de la visita oficial de Pedro Sánchez al rey Mohamed VI en Rabat el pasado día 7 en hacerse realidad.

Atrás quedan casi 25 meses sin ferris, dos veranos sin Operación Paso del Estrecho –la próxima está ya en curso de preparación– y decenas de miles de familias que a un lado y otro de la frontera no tuvieron otra posibilidad que posponer la ocasión de reencontrarse con los suyos. El 13 de marzo de 2020 Marruecos decretaba de manera unilateral el cierre de las fronteras terrestres con España –incluidos los pasos con Ceuta y Melilla– por motivos sanitarios. Aunque Rabat restablecería por primera vez el tráfico aéreo comercial en octubre de 2020 –aunque se suspendería dos veces más durante la pandemia–, con la crisis diplomática bilateral en gestación ya en noviembre de aquel año, nunca volvería a abrir las fronteras marítimas ni los pasos de Bab Sebta y Beni-Enzar.

La alegría por la vuelta a la nueva normalidad entre Marruecos y España y la apertura de las líneas marítimas se ha sentido con igual intensidad a un lado y otro del Estrecho. «Para los marroquíes residentes en el extranjero, sobre todo en España, ha sido una muy buena noticia. Han sido más de dos años sin poder visitar a nuestros seres queridos. Y no es lo mismo viajar en barco que hacerlo en avión, ya que podemos transportar muchas más cosas y con frecuencias y horarios mucho mejores yendo en ferry», afirma a La Razón el investigador universitario Abdelkhalek Najmi, residente en Granada desde hace cinco años y natural de Tánger.

Con certificado Covid

Por el momento, para poder transitar entre los puertos de Tarifa, Algeciras, Málaga, Motril y Almería y los de Tánger, TángerMed, Nador y Alhucemas tendrán que hacerlo con certificado de vacunación o prueba PCR negativa de menos de 72 horas (los requisitos siguen variando respecto a las conexiones en avión, donde el test negativo es aún obligatorio).

«Es además una noticia muy positiva para muchos españoles y marroquíes que trabajan de una manera directa o indirecta en la Operación Paso del Estrecho y, en general, para la economía de los dos países», abundaba Najmi. Con todo, la suspensión dos años consecutivos de la OPE ha tenido indirectamente repercusiones positivas para la economía del país magrebí: tanto 2020 como 2021 –con un incremento récord del 46,6% respecto al año anterior– cerraron con récords en el envío de remesas por parte de los marroquíes residentes fundamentalmente en Europa a sus familias en su tierra de origen. Las causas: el ahorro que ha supuesto para miles de familias no haber podido llevar a cabo los tradicionales viajes por carretera durante dos años, sobre todo, y el uso exclusivo de los canales oficiales para transferir estas cantidades de dinero.

También desde la ciudad de la Alhambra la asistente social Insaf Boulaala saludaba la decisión de las autoridades españolas y marroquíes de restablecer el tráfico marítimo. «Como familia no hemos podido tener la oportunidad ni la suerte de poder viajar antes dado los precios de los pasajes de avión y la exigencia de la PCR. Eran unos gastos que nuestra economía no podía alcanzar. Ahora ya al poder cruzar el Estrecho en barco, y teniendo el vehículo dentro de territorio marroquí, las cosas son mucho más fáciles», admite la tetuaní, que vive en Granada desde hace quince años.

Desde la otra orilla, en Rabat Safia Abahaj, profesora de español de secundaria en Rabat, también natural de Tánger, celebraba la decisión: «Mi familia y yo nos hemos visto obligados a no poder ir a España, donde vamos normalmente a menudo tanto por razones burocráticas como turísticas y comerciales, durante más de dos años. España es para nosotros una segunda patria y anímicamente nos ha afectado mucho». «Tenemos infinidad de amigos españoles a los que no hemos visto desde hace mucho tiempo y el reencuentro de este verano será muy emocionante», se confesaba la joven docente a La Razón.

No solo la sensación de alivio ha llegado a los ciudadanos marroquíes, también miles de españoles, empresarios o turistas, han visto alteradas sus rutinas durante estos largos meses de desencuentro diplomático. «Para mí la apertura del flujo marítimo para las personas significa el gran paso hacia la normalidad y la tranquilidad tanto de españoles y residentes en ambos países como de los viajeros que deciden vivir la siempre enriquecedora experiencia de conocer un país tan mágico», explica a La Razón Ana Cabeza, propietaria de la empresa turística Yallah -Travel Stories.

«Personalmente, el cierre de fronteras de 2020 por la llegada del virus me dejó sin trabajo, obligándome a perder todo lo que había construido en mi pequeña empresa de viajes y experiencias. Y yo estoy feliz porque el turismo en este país es un gran pilar económico para su gente y porque voy a volver a hacer lo que mejor sé», relata la empresaria sevillana.

A pesar de la larga interrupción del tráfico de ferris y de las consecuencias negativas de la pandemia en el conjunto de la economía, el transporte de mercancías –que nunca dejó de operar en el Estrecho– entre España y Marruecos ha marcado cifras más que esperanzadoras durante los dos últimos años. El comercio bilateral mantiene una tendencia positiva de fondo: desde 2012 España es el primer cliente y proveedor de Marruecos después de desbancar a Francia.

Con datos del ICEX de 2020 –los últimos de un ejercicio completo, las empresas españolas seguían ocupando la misma posición de privilegio.

En el primer semestre de 2021 las exportaciones españolas a Marruecos marcaron una subida del 36,20% respecto al mismo período del año anterior y las importaciones españolas desde el país norteafricano experimentaron un aumento del 30,84%.

Por otra parte, Marruecos es el primer destino de la inversión española en África y España el tercer inversor extranjero en el país magrebí en stock. Hay actualmente, según datos del ICEX, 662 empresas españolas con al menos un 10% del capital de sociedades de derecho marroquí y 516 empresas de derecho marroquí que son, a su vez, filiales de empresas españolas (propietarias de más del 50% de su capital).

No hay duda de que la apertura de las líneas marítimas redundará favorablemente en la actividad comercial que desarrollan empresarios de los dos países. Uno de los lugares más atractivos en estos momentos del país magrebí para el comercio y la inversión es el norte, que está siendo objeto de un decidido impulso económico por parte de la Corona en los últimos años. A la cabeza de este despegue se encuentra la región Tánger-Tetuán-Alhucemas, que experimentan un fuerte impulso demográfico y urbanístico y cuentan con valores firmes como el puerto de TángerMed o la zona franca de la ciudad del Estrecho además de nuevos proyectos.

A la espera de la apertura de los pasos de Ceuta y Melilla

Continúa la cuenta atrás para la reapertura de las fronteras entre Marruecos y Ceuta y Melilla. Tras más de dos años clausurados, los distintos pasos entre el país magrebí y las dos ciudades autónomas españolas se abrirán coincidiendo con el fin del mes de ramadán (el próximo sábado 2 de mayo), según avanza la prensa local. La declaración conjunta suscrita por las dos administraciones el pasado 7 de abril no hizo mención alguna a las dos ciudades ni desde Madrid ni Rabat se ha avanzado fecha para la reapertura de los pasos. Aun sin culminar las obras de la nueva frontera inteligente –que contará con cámaras de reconocimiento facial– en la frontera del Tarajal en Ceuta y la instalación de tornos en la de Beni-Enzar, en Melilla, la previsión es que los puestos se abrirán en una primera fase solo para los trabajadores transfronterizos, según datos de El Faro. Y es que miles de personas de Tetuán y Nador cruzaban a Ceuta y Melilla para ir a trabajar de manera habitual.