Loreg

El Congreso avala la supresión del voto rogado: ¿clave para disparar la participación electoral en el exterior?

La concurrencia de los residentes en el extranjero había disminuido mucho desde 2011, hasta cifras mínimas

Vista de una urna en el colegio electoral Centre Cívic Nord en Igualada, Barcelona.
Vista de una urna en el colegio electoral Centre Cívic Nord en Igualada, Barcelona.Susanna SáezAgencia EFE

El Congreso ha aprobado este jueves la reforma de la Ley Orgánica de Régimen Electoral (Loreg) para suprimir el voto rogado en el exterior. Desde enero de 2011, los residentes en el extranjero tienen que solicitar el voto para ejercer el derecho de sufragio en cada cita electoral, un trámite que ha resultado muy farragoso e inefectivo, tal y como han reflejado los datos: el voto exterior ha pasado del 31% en 2008 a situarse en torno al 5% o 6% desde 2011 en cada de una de las elecciones generales que se han celebrado. No hay que olvidar que hay 2,7 millones de españoles residentes en el extranjero, una cifra que aumenta año a año, aunque el censo electoral está constituido por 2,1 millones.

Además de la petición del voto, la reforma también corrige la serie de plazos “muy breves” tanto para la solicitud de la documentación electoral como para la remisión del voto por correo postal o su depósito en urna. La norma, que era una reclamación muy extendida desde hacía años entre el colectivo de residentes en el exterior y estará ya lista previsiblemente para las elecciones generales de 2023, ha salido adelante con el apoyo mayoritario de la cámara ya que es una reforma que ha alineado prácticamente a todos los grupos.

Una vez entre en vigor esta reforma legal –queda pendiente ahora el trámite en el Senado-, se suprimirá la necesidad de solicitar el voto, lo que permitirá que todos reciban la documentación de oficio en su domicilio. Asimismo, los residentes en el exterior tendrán la opción de acceder a una papeleta que “podrá descargarse telemáticamente y permitirá adelantar los plazos de envío de la documentación electoral”, según recoge el nuevo texto. También se amplían de tres a siete días los plazos para el depósito del voto en urna y se mantiene la posibilidad de enviar el voto por correo postal a la Oficina Consular correspondiente en caso de que el elector no pueda acudir a votar en la dependencia habilitada al efecto.

Todo ello, medidas destinadas destinadas a reflotar la participación electoral exterior, que ha disminuido mucho desde 2011, cuando se implementó el voto rogado. Si se regresase a una participación del 30% como había antes, significaría que en las próximas elecciones generales votarían 630.000 personas, muy por encima de las 105.000 que representan el 5% de media actual. Es decir, medio millón más de votos.

Pese a que ha recibido el apoyo mayoritario de la cámara, también ha habido muchos partidos que han aprovechado para pedir más cambios en la Loreg. Tanto en materia de voto en el exterior, como en otras cuestiones. El texto nace de una proposición de Ley impulsada en marzo de 2021 por PSOE y Podemos y en el debate de totalidad (toma en consideración), Esquerra fue el único partido que presentó una enmienda de texto alternativo.

Esquerra y JxCat han querido ir más allá e introducir el voto electrónico o el voto delegado, puntos que no han recibido el apoyo de la mayoría de grupos. También los republicanos y Bildu han agitado el debate sobre ampliar el censo a los mayores de 16 años y han reclamado una reforma de la Loreg que lo permita. Ciudadanos, por su parte, también ha rescatado otro de los grandes temas del sistema electoral: el reparto de escaños, que perjudica más a los naranjas o a Podemos, que obtienen menos diputados en proporción a los votos obtenidos que otros partidos.