"Refundación"

Arrimadas abre un «proceso de escucha» para reflotar Cs

Tratará de «revitalizar» la imagen y la comunicación e impulsará cambios con una nueva plataforma para sobrevivir

La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, en el Congreso durante la última sesión de control al Gobierno el pasado miércoles
La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, en el Congreso durante la última sesión de control al Gobierno el pasado miércolesEmilio NaranjoAgencia EFE

Después del nuevo «iceberg» que ha supuesto las elecciones del 19-J para Ciudadanos, donde la marca ha desaparecido del Parlamento andaluz, la formación que lidera Inés Arrimadas busca el último salvavidas que les permita reflotar el proyecto.

Aunque muchos ya les dan por extinguidos, los naranjas están convencidos de que aún hay partido y que tienen posibilidades de una «resurrección».

El terremoto de la moción de censura fallida en Murcia se ha llevado ya por delante a sus siglas en cuatro territorios: Murcia, Madrid, Castilla y León y ahora, Andalucía. Tras la dimisión de Juan Marín el pasado domingo, Arrimadas ha confesado que, para ella, «lo fácil sería tirar la toalla», que no va a dimitir y que el PP le llegó a ofrecer «todo». La líder de Cs apuesta por una «refundación» y someterá su liderazgo al refrendo de las bases, convencida de que España necesita la alternativa naranja.

La dirección del partido lleva meses asentando un «plan de acción» donde se apoyan en sus socios liberales de otros países de Europa convencidos de que, ésta, es una de las fórmulas para volver a resurgir. Recuerdan el caso del FDP, que se quedó fuera del Bundestag en las elecciones del 2013 después de haber obtenido 93 escaños en la anterior legislatura. Entonces, dicho partido liberal inició un proceso de «reconstrucción» que le hizo recuperar su espacio en 2017 y en los comicios del año pasado obtuvo 92 diputados y forma parte del Gobierno de coalición que lidera el canciller del SPD, Olaf Scholz. Ese será el objetivo. «Vamos a defender ese espacio propio –el liberal–, como ya han hecho otros partidos europeos que ya han pasado por esos momentos difíciles», subrayan fuentes de la dirección de Cs.

Dicen que son conscientes de que, en un escenario de polarización, el espacio que ocupa Cs es más «difícil de defender», no solo en España sino también en otros países. Por ello, «llevamos meses estudiando, analizando y viendo qué opciones son las que mejor pueden funcionar en nuestro proyecto». Será ahora cuando aceleren ese plan de acción.

Aseguran que la estrategia se asienta en varios objetivos: Uno de ellos es la reconexión con la calle, algo en lo que, destacan fuentes de la dirección, «hace tiempo hemos empezado a trabajar, internamente». Pretenden emular la «reconexión» que hizo el presidente de Francia,Emmanuel Macron y que versa en unas «consultas ciudadanas» y que se parece a las de Yolanda Díaz con su «proceso de escucha». Arrimadas emprenderá en otoño una gira con asambleas por toda España donde tratará de «reconectar» con las preocupaciones de un electorado que ha dejado de verlos como «útil» y, con todo ello, impulsar la «refundación». Actuará desde la unidad e implicará a todos los miembros de la dirección del partido para ello.

Habrá una «cumbre» donde se darán cita los «supervivientes», aquellos que han conseguido buenos resultados en sus localidades para así, recoger ideas y experiencias de aquello que está funcionando y, una segunda será con cargos provinciales y autonómicos más mediáticos.

Defender el espacio liberal

Insisten en «defender mucho ese espacio político propio, el liberal, que en el pasado no estaba tan bien definido». Consideran que esa es la clave para resistir porque, además, han hecho un trabajo que se sustenta incluso con análisis de datos. «Hemos tenido mucho apoyo de nuestros aliados europeos y creemos que puede ayudar que se visualice ese trabajo con países de nuestro entorno». Además, destacan que sus aliados europeos «confían mucho que ese espacio liberal se defienda en España».

Otro de los objetivos de la marca Cs será «capitalizar los logros políticos e institucionales que hemos tenido». Y es que, han constatado que «los ciudadanos no identifican nuestros logros en las instituciones», porque «hemos estado más pendientes de trabajar que de contar lo que hacíamos».

Cs se ha fijado también la misión de «revitalizar la imagen, la marca y la comunicación», aunque, fuentes del partido destaca que aún «tenemos ideas que hay que concretar», pero saben que se hace necesario «darle una vuelta a la forma de hacer llegar nuestros valores». Y es que, en la dirección de la formación naranja creen que uno de los problemas de la fracasada moción de censura de Murcia, que provocó la desbandada de militantes y dirigentes del partido y originó un seísmo con réplica en la Comunidad de Madrid –donde desaparecieron- y en las Cortes de Castilla y León –donde ahora solo tienen un escaño– y que se ha hecho notar ahora en Andalucía, estuvo en que no supieron transmitir bien el porqué y el para qué de su acción.

En Cs estudian ahora la fórmula para presentarse en las próximas elecciones municipales y autonómicas, bien cambiando la marca o mediante una plataforma. Todo ello será refrendado por las bases.

En la dirección de Cs reconocen que se han «cometido errores, sí», pero indican que, si se comparan con otros partidos, «donde el PP tiene casos de corrupción, gente imputada en activo y también el PSOE» no les preguntan a ellos por cómo recuperar la credibilidad. «Se cometieron errores estratégicos», pero están seguros de que con trabajando, defendiendo ese espacio liberal que representan e «intentando no cometer fallos y, sobre todo, conectando con ese electorado que defiende lo mismo que nosotros», podrán sortear el hundimiento final.