Desfile 12-O

Sánchez se defiende de su retraso a la llegada del desfile: “He salido cuando me han dicho”

El retraso no le ha librado de los pitos, abucheos e incluso insultos de una parte de la ciudadanía, que ha pedido a gritos su dimisión

El retraso no le ha librado de los pitos, abucheos e incluso insultos de una parte de la ciudadanía, que ha pedido a gritos su dimisión.
El retraso no le ha librado de los pitos, abucheos e incluso insultos de una parte de la ciudadanía, que ha pedido a gritos su dimisión.Alberto R. RoldánLa Razón

Casi un minuto han tenido que esperar los Reyes en el coche antes de que llegara el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para recibirles, tal y como marca el protocolo antes del desfile con motivo de la Fiesta Nacional. Un retraso que se ha convertido en uno de los aspectos clave de la jornada porque no es la primera vez que sucede. Ya el año pasado, Sánchez llegó tarde. Sin embargo, su estrategia no evitó los abucheos, silbidos e insultos desde incluso antes de que llegara a la plaza de Lima.

En los corrillos en el Palacio Real, donde se celebró la audiencia tradicional, no se habló de otra cosa. Alberto Núñez Feijóo consideró que seguramente no ha sido un retraso “intencionado” porque sino hubiera sido una “descortesía”. También el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, consideró que si se ha producido ese retraso “seguro que hay una explicación más que justificada”. Por su parte, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños lo consideró como algo “anecdótico”.

El protagonista, Pedro Sánchez, también se refirió a este asunto en una conversación informal con los periodistas con total naturalidad y quitando hierro al asunto. El jefe del Ejecutivo justificó su retraso para llegar al desfile del 12 de octubre asegurando que él abandonó la Moncloa cuando le indicaron. “He salido a menos cuarto, cuando me han dicho”, ha explicado a los periodistas durante la posterior recepción en el Palacio Real ofrecida por Felipe VI y la Reina Letizia. Un lapso temporal que, sin entrar en detalles, parece insuficiente dada la relevancia del acto y los fantasmas de inpuntualidad que ya acechaban al presidente.

De hecho, tampoco han anunciado en esta ocasión su llegada por megafonía, aunque a los ciudadanos les ha dado lo mismo, pues ya sabían que estaba allí o cerca. Y esos abucheos han sido una constante durante toda la parada militar. “¡Sánchez dimisión! o “¡Fuera, fuera!” han sido los gritos más coreados -además de insultos- que ha tenido que aguantar el presidente del Gobierno hasta el último segundo del acto. De ahí que la justificación del presidente suene a excusa para evitar las críticas.