Exteriores
La cooperación recupera su protagonismo en la agenda exterior
Albares finaliza su gira por África donde la lucha contra el terrorismo y la inseguridad alimentaria fueron claves
Pasadas las cinco de la mañana de la madrugada de ayer, el A310 en el que viajaban el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, acompañado por la nutrida delegación de representantes de su cartera, miembros de la cooperación española, empresarios del sector energético y más de una docena de periodistas, aterrizó en la base aérea de Torrejón de Ardoz. Se puso así punto y final a una frenética gira por tres países de África Occidental en tan solo 36 horas con un potente y claro objetivo: «Relanzar y actualizar» las relaciones con Níger, Nigeria y Guinea Bissau –«vecinos», en palabras del ministro– en un momento clave como consecuencia de la guerra en Ucrania, los desafíos energéticos, el cambio climático y la inestabilidad en el Sahel.
«Objetivo cumplido», dijo el ministro Albares al término de un periplo en el que poner en valor la cooperación española en terceros países ocupó un lugar destacado. «La Ayuda Oficial al Desarrollo ha pasado del 0,19% en 2017, con el gobierno de Mariano Rajoy al 0,34 %» de la Renta Nacional Bruta, dijo el ministro en una conversación informal con periodista durante el viaje, eso sí, obviando que los recortes durante el gobierno popular estuvieron estrechamente relacionados con la crisis financiera de las hipotecas suprime en EE UU que contagió a todas las economías.
El ministro puso en valor que este aumento responde a una demanda social. En la retina de los ciudadanos todavía permanece el estallido expresado en protestas y acampadas por todo el país para exigir que el 0,7% de la renta se destinase a ayudar a los países en desarrollo, en línea con lo pactado en la ONU hace ya 28 años. Desde entonces, diversos factores retrasaron ese incremento, que hoy día está recogido en la nueva Ley de Cooperación que fija este porcentaje en el horizonte de 2030.
Fue precisamente esta normativa uno de los hitos que el ministro Albares quiso subrayar durante su minigira africana. Por fin, y con el apoyo de todas las formaciones, excepto Vox, se aprobó la nueva Ley de Cooperación, que además de fijar la ayuda al desarrollo, profesionaliza el papel del cooperante y brinda nuevos instrumentos de cooperación. Si hasta ahora América Latina era uno de los principales beneficiarios de la cooperación española, la nueva ley sitúa también a los países de África Occidental y Sahel como las prioridades geográficas de la cooperación española.
Ejemplo de ello son los proyectos que visitó el ministro Albares durante su viaje, en el que el contexto geopolítico ocupa un papel importante. La elección de Níger, Nigeria y Guinea Bissau como paradas en la tournée del jefe de la diplomacia española fueron minuciosamente elegidos, según fuentes diplomáticas. Los tres representan los múltiples desafíos como el terrorismo, la pobreza, el cambio climático, la inseguridad alimentaria, la lucha contra el tráfico de seres humanos, la crisis energética y el crimen organizado que busca abordar el Ejecutivo. En este sentido, en Níger uno de los países más estables, pero más vulnerable de África Occidental, el gobierno español anunció que triplicará la ayuda a la cooperación hasta al menos 60 millones de aquí a 2027, mientras que en Guinea Bissau, Albares anunció que da luz verde a la cooperación al desarrollo con Guinea Bissau, suspendida desde hace una década. En definitiva, la cooperación vuelve, tras años adormecida, vuelve a ser un instrumento clave en la política del gobierno.
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