Terrorismo

Un preso de ETA a Sánchez, tras ser beneficiado por un traslado: “no queremos vuestro perdón de las cunetas”

Daniel Pastor, asesino del policía Puelles, sólo aspira a tener los medios para “castigar a los que nos han castigado”

Cartel de los disidentes de ETA con el rostro de Daniel Pastor
Cartel de los disidentes de ETA con el rostro de Daniel Pastorjmzfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@69f48aa5

“No queremos vuestro “perdón de las cunetas”; de los asesinatos fascistas; de las torturas y violaciones en los cuarteles; no queremos vuestro perdón ni reinserción, mientras legisláis reformas represivas, recortáis derechos sociales, laborales y políticos”.

Quién esto afirma, dirigido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y, por ende, al dirigente de EhBildu, Arnaldo Otegui, es el preso de ETA, disidente de la corriente oficial, Daniel Pastor, condenado por el asesinato en Bilbao del policía nacional Eduardo Puelles. Recientemente, fue beneficiado con el traslado desde la prisión de Zuera a una del País Vasco, pero su agradecimiento es nulo, ya que lo único que quiere es tener los medios para “castigar a los que nos han castigado”. No

Este individuo, que, junto a unos pocos, no representa el sentir del colectivo de reclusos terroristas (el EPPK), agrega que “no queremos vuestro perdón del converso y sumiso a la opresión”. Todo lo contrario, “deseamos esforzarnos junto a la clase trabajadora en la creación de un frente unitario que nos permita avanzar y dotarnos de los instrumentos necesarios para poder castigar vuestro castigo; anhelamos disponer de los medio que cuenta el Estado, en forma de República Popular, para proteger las conquistas democráticas que poco a poco iremos arrebatando, no sin resistencia, a la oligarquía; a la corrupción y saqueo de los trabajadores; a la represión; a la intervención y dominación imperialista; a la negación de la autodeterminación para la naciones oprimidas”.

Subraya que Sánchez ha encontrado “la ayuda de la Izquierda Abertzale, y trata de presentar y usar todo acercamiento y asimilación de su legalidad, como el ejemplo vivo de esa supuesta “inutilidad” del compromiso revolucionario para transformar la realidad económica, social y política”.

Añade que “intentan en una suerte no definida de “Vía Nanclares 2.0″ (una vía para la reinserción de los etarras que se intentó y fracasó en su momento) y mostrar al preso de la vanguardia popular como un mero delincuente arrepentido de su “delito”, empático con el “mal” que ha generado y presto a someterse para pagar “su responsabilidad” económica”.

“Una vez aceptado esto ya “sólo” queda comprometerse a realizar los programas individualizados que dictan las Juntas de Tratamiento, ganándose su confianza para poder acceder a esa reinserción social con garantías plenas para la seguridad de su sociedad y su Estado”.

“Recientemente escuchábamos unos de los eslóganes esgrimidos tras los indultos condicionados (envenenados) que les han aplicado a los nueve presos del “Procés”, de manos del presidente del Gobierno “más democrático de la historia”, más bien representante del social-fascismo y con ministros de una talla tan “democrática” como el de Interior”, concluye.