Elecciones
Eje Andalucía-Cataluña para revalidar La Moncloa
Sánchez y Díaz toman posiciones en dos bastiones clave para revalidar el poder. En Sumar asumen ya el error de no concurrir con su marca el 28-M
Cuando se cumplen tres años del primer Consejo de Ministros del Gobierno de coalición, en Moncloa son conscientes de que si quieren revalidar el poder en 2023 necesitan trasladar una imagen compacta e ilusionante hacia el electorado de izquierdas. Una imagen que se antoja muy alejada de la realidad. En la actualidad existe una competencia indisimulada entre las tres almas que cohabitan en el Gabinete, una guerra abierta entre el sector de Podemos y Yolanda Díaz a la que desde el PSOE se asiste con preocupación. «La Moncloa no se gana sin Andalucía y Cataluña», recuerdan en el sector socialista y en una suerte de estrategia coordinada Pedro Sánchez y Yolanda Díaz se desplegaron ayer en los territorios capitales (Sevilla-Barcelona) para mantener el poder.
Los socialistas cedieron el pasado mes de junio en favor del PP el que ha sido durante todo el periodo democrático su bastión clave. El pulmón electoral del socialismo, sin embargo, sigue respirando a través del nutrido poder municipal que el partido aún conserva y que espera retener el próximo 28 de mayo. Solo así podría frenar la sangría de votos de cara a las generales. En la misma línea, se encuadra la estrategia desplegada en Cataluña por parte del Gobierno. La agenda catalana de Sánchez ha culminado, pero Díaz tiene margen discursivo para ir más allá y ayer se alineó claramente con Ada Colau haciendo guiños a los sectores más soberanistas de los comunes y defendiendo que Cataluña debe tener «el reconocimiento que merece». En paralelo, Podemos pretendía reclamar su cuota de protagonismo proponiendo una renta garantizada de entre 700 y 1.400€ al mes desde los 18 años.
Desde septiembre de 2021 los partidos a la izquierda del PSOE esperan para la construcción de una confluencia nueva bajo la que aglutinarse de cara a las próximas elecciones generales. Una fórmula que acabe por restañar las heridas de un espacio que ha sufrido graves crisis y ha acabado con escisiones y divisiones que terminaron por minar sus resultados electorales. Como muestra las últimas elecciones andaluzas donde la izquierda acudió dividida y cosechó sus peores resultados. Fue la vicepresidenta la que se abrió a experimentar bajo un proyecto unitario, una nueva confluencia en la que acoger a toda la izquierda. Un proceso que no acaba de definirse y cuyos tiempos comienzan a desesperar tanto a Podemos como al PSOE.
Desde Podemos se ha ido apremiando a la vicepresidenta a acelerar la creación de su partido y a iniciar las negociaciones con el resto de formaciones para llegar a las elecciones generales de este año bajo un mismo paraguas. Los morados han lanzado mensajes sin éxito a Díaz con el fin de definir las alianzas. Creen que ya ha habido un «tiempo suficiente para que montara su partido y ya teníamos que estar en otra fase». Díaz se mantiene inmune a las presiones. Unas presiones que también empiezan a producirse desde el PSOE, que asiste con preocupación a las divergencias cada vez más indisimuladas entre sus socios. Los socialistas quieren que Díaz se implique en la campaña del 28-M porque «su imagen tira» y necesitan que la marca a su izquierda tenga el vigor suficiente para retener el poder territorial que se consiguió en 2019. Consideran que a estas alturas ya no es momento de «dejarse querer» y no puede pretender construir un nuevo proyecto sobre las cenizas de Podemos, porque «los votantes son los mismos».
Desde Podemos se lamenta que la vicepresidenta pretenda desvincularse de los resultados autonómicos y se valora que la única manera de revalidar gobiernos autonómicos y municipales habría sido bajo un proceso de unidad. De hecho, según ha podido saber este diario, la dirección morada advirtió a la vicepresidenta de que debería de haber activado sumar para el 28-M para después llegar consolidados a las generales. «Habría sido una buena manera para llegar en buenas condiciones para las generales», aseguran fuentes de Podemos que avisaron a Díaz del error de pensar que los resultados autonómicos no afectarán a la izquierda siete meses después en las elecciones generales. Un análisis que ya hacen incluso en Sumar, según ha podido saber este diario. «Mejor le iría a la izquierda si Sumar hubiese estado preparado para el 28 de mayo», aseguran, en coincidencia con el análisis que se hace en Podemos, asumiendo el error que ha supuesto la decisión de inhibirse de los procesos autonómicos.
En Podemos, de hecho, se reconoce la debilidad para la izquierda en estos comicios y analizan que el electorado «imputará a Yolanda» estos resultados, lo que puede traducirse en una «mancha» en Sumar, a pesar de que ésta no se presente. Esto mismo ocurrió en Andalucía, la primera prueba del proceso de unidad. Según la cúpula del partido, unos malos resultados se achacarán a la vicepresidenta por no haber puesto en marcha su partido antes y haber «permitido» –aseguran– la división de la izquierda. Es, a la vez, la excusa que usará Podemos si los resultados no acompañan y el escenario que quiere evitar Sumar.
Aun así, en la izquierda se sigue manteniendo en privado la vela encendida a Sumar. Es decir, creen que todavía se puede llegar a un acuerdo de coalición, pero le piden a la vicepresidenta empezar ya a negociar. En Sumar se cree que con los órdagos que a diario lanzan desde Podemos, lo que están buscando es fuerza para después negociar con la vicepresidenta, al igual que con la estrategia de promover a la ministra Irene Montero como vía alternativa. Si los morados acaban concurriendo por separado creen que sería «su fin político».
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