Estrategia

Génova no fichará ahora a Villacís para el equipo nacional

Avalan la posición de Ayuso y reprochan a la líder naranja su gestión de las negociaciones

La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, ha jugado mal sus cartas en la estrategia para recolocarse en el Partido Popular ante el proceso de disolución en el que avanza Ciudadanos (Cs). Parece que su gran error ha sido radiar en público un proceso de negociación que estaba en marcha, y del que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, se enteró casi por Tik Tok, tal y como han denunciado en el Gobierno regional. Ayuso ha fijado posición, que se ha leído como un veto a incluir a Villacís en las listas del PP madrileño, y Génova respeta y asume la posición de la presidenta.

A diferencia de lo que ocurría en la anterior etapa, con Pablo Casado como líder popular, el nuevo equipo sigue guiándose por el principio con el que llegó Feijóo a Madrid y que fue el que defendió para sí mismo como presidente de la Xunta: la autonomía de los líderes regionales, «dentro del proyecto común».

Por tanto, la gestión de Begoña Villacís de estos últimos días ha cegado también la posibilidad de que ahora dé el salto a la dirección nacional del partido. Génova valida la posición de Ayuso y, sobre su futuro, aseguran que «primero tiene que aclarar su situación en Ciudadanos y después hablar con su alcalde y llegar a un acuerdo con él», por José Luis Martínez-Almeida. Las listas del PP de Madrid, en cualquier caso, tienen que pasar también el filtro de Ayuso, y la dirección nacional no va a abrir un conflicto con ella por este asunto.

Además, el ruido de estos días, con los vídeos y declaraciones de la vicealcaldesa, no ha gustado en Génova. El líder del PP siempre ha llevado a gala la discreción en la conformación de sus gobiernos o sus equipos. Hasta el punto de que dicen de él que cuando tenía que formar gobierno en la Xunta los nombres «no los sabía ni el cuello de su camisa». Y el «lío» de estos días incomoda en el PP, además de que ha favorecido que se abra un debate casi público sobre la utilidad de incorporar a la dirigente naranja en la organización. «No aporta talento ni nada distinto a lo que ya tenemos». Como adelantó este periódico el pasado lunes, en el equipo de Ayuso consideraban que «lo mejor de Ciudadanos» ya lo ha incorporado la propia presidenta madrileña.

A finales de la semana pasada se filtró incluso que Villacís planteaba integrase en el PP como una corriente interna, opción que, en ningún caso, ha estado encima de la mesa de la negociación con el Partido Popular.

Esta crisis se ha precipitado por la presión que impone el plazo para que la vicealcaldesa anuncie si se va a presentar a las primarias de Ciudadanos. La puesta en escena que ha hecho estos días ha desestabilizado además a su partido, que se enfrenta al vértigo de asistir a una desbandada de nombres que se niegan a ir en las listas para las próximas elecciones.

La defunción de Ciudadanos la confirman las encuestas y la confirman también las propias expectativas que manejan en la nueva cúpula naranja. Detrás de la última pelea por el mando se ha leído que el interés no era otro que posicionarse para dirigir el proceso de echar el cierre al partido y poder negociar así las mejores condiciones en el reparto. «Hay un mercadeo, utilizando los votos que pueden perderse para el bloque del centroderecha si Ciudadanos concurre a las próximas elecciones generales y si se cumple lo que anuncian los estudios demoscópicos», reflexiona el presidente de una de las más reconocidas consultoras de investigación social. Ya en las elecciones del próximo mes de mayo hay mucho en juego. Las encuestas están muy apretadas en el reparto de gobiernos que hoy están en manos de la izquierda, y escaño arriba o abajo puede decidir el cambio e influir de manera decisiva en las expectativas de cara a la cita con las generales.

La recomendación de Villacís a sus concejales, dándoles libertad para que concurran a las elecciones autonómicas y municipales con las siglas que consideren, ya ha animado las primeras deserciones. Y no es un problema que afecte sólo al partido en Madrid. Los analistas demoscópicos consideran que Ciudadanos está pagando dos errores graves de la etapa de Albert Rivera y que el proceso de disolución es irreversible. Por un lado, la salida de Inés Arrimadas de Cataluña y, en segundo lugar, la negativa de Rivera a llegar a ningún tipo de acuerdo con el PSOE por su aspiración a convertirse en el nuevo líder del centroderecha. El espacio ideológico que representa Cs existe, pero en este contexto político ha quedado asimilado dentro del PP, una vez que este partido ha superado los casos de corrupción que le afectaron gravemente en el pasado.

Por su parte, fuentes de la dirección naranja apuestan por que Villacís despeja la incógnita cuanto antes para que, en caso de que decida finalmente no presentarse al proceso de primarias, al partido le dé tiempo a construir una candidatura sólida que compita en los comicios de mayo.