Yihadismo

Un "agente encubierto digital" de la Guardia Civil descubrió al imán del Estado Islámico que predicaba en Huelva

Era tal el grado de confianza que logró el agente, que el predicador le enviaba todo tipo de mensajes rigoristas y de adoctrinamiento

Propaganda yihadista
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Un “Agente Encubierto Informático” de la Guardia Civil, que interactuaba, con permiso judicial, con el imán Oussama A., ha permitido la acumulación de evidencias que han conducido a su detención y posterior ingreso en prisión. Cabe recordar que fue precisamente un imán el que dinamizó la célula de Ripoll, autora de los atentados de Cataluña de 2017. Las primeras sospechas sobre las actividades de este individuo surgieron, según fuentes jurídicas, cuando se comprobó que era consumidor habitual de propaganda yihadista del Estado Islámico (Daesh, Isis) y que lo hacía desde 2018.

Utilizaba para ello unas 30 cuentas en redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter y aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp o Telegram. De las pesquisas, se dedujo que se hallaba en una fase avanzada de radicalización religiosa y, lo más preocupante, adoctrinaba a terceros dada su posición de prevalencia como imán.

Para encubrir sus actividades, utilizaba el número de teléfono de personas de su entorno, como el de su cuñada o sus compañeros de trabajo, con los que daba de alta cuentas en Telegram e intercambiar mensajes encriptados. A la vista de estos hechos, por parte del juez se autorizó la intervención de un “Agente Encubierto Informático” de la Guardia Civil.

Gracias ello,se pudo saber que el imán era un líder religioso de su comunidad, que dirigía el rezo en las mezquitas improvisadas de los núcleos de población cercanos a la localidad de Lucena del Puerto (Huelva), principalmente sobre inmigrantes norteafricanos que profesan la religión musulmana. Les transmitía un islam radicalizado con llamamientos a la causa yihadista. Desde comienzos del año pasado, actuaba como líder religioso de varios oratorios improvisados tanto de la localidad en la que reside como en otras próximas. Utilizaba sermones de conocidos sheiks (jefes) de Isis.

La utilización un elevado número de terminales telefónicos respondía, en opinión de los investigadores, al deseo de Oussama de esquivar la acción de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. De hecho, así lo reconoce el detenido en comunicaciones de WhatsApp y Facebook, y es por ello por lo opta por métodos que considera más seguros como Telegram.

En cualquier caso, y gracias a la intervención del agente encubierto, se han logrado conocer detalles de las actividades desarrolladas por Oussama, que han crecido exponencialmente en el tiempo. Las investigaciones realizadas han revelado sus contactos con otros individuos que residen en países donde habitualmente operan las organizaciones terroristas yihadistas, como Siria, Irak o Yemen.

A través del análisis de su contenido, imágenes de perfil, información biográfica, datos personales aportados en la creación de la cuenta, geolocalización de IP´s de registro, así como correos electrónicos de recuperación de contraseña y números de teléfono vinculados, se ha podido llegar a la conclusión de que han sido, y en la actualidad son gestionados por el arrestado.

Entre la información hallada se encuentran elementos de simbología e iconografía yihadista, como la de un león, utilización de barba poblada o textos en grafía árabe con contenido religioso. Y, a partir de 2020, su propia imagen haciendo el gesto de la unicidad o Tawhid, asumiendo un mayor compromiso con el ideario yihadista. Existen antecedentes de terroristas consumados que, como paso previo a cometer los atentados, utilizaban este gesto para externalizar su compromiso con la Daesh. Difundía cánticos de guerra de la Wilaya de Al-Barakah (Siria) en la “Generación del Califato de Isis”.

Los asuntos más delicados y comprometedores los transmitía a través de mensajes encriptados. Para ello, mantenía conversaciones con diferentes personas y participaba en numerosos grupos y canales de difusión de contenido yihadista.

Llegó a jurar lealtad al actual “califa” del Estado Islámico

El agente encubierto de la Guardia Civil realizó tareas de aproximación y logró que el imán, por iniciativa propia, le enviara una solicitud de amistad. Para comunicarse con el agente recurría a una cuenta de WhatsApp y otra de Telegram. Tomaba, en cualquier caso, todo tipo de precauciones, mediante conversaciones cortas y puntuales, ante el temor de estar en la órbita de investigación de mira de los cuerpos policiales. Llegó a enviar al agente archivos sobre los aspectos más rigoristas del islam.