Diplomacia

Albares conversa con su homólogo ucraniano tras el fiasco de España en la cumbre sobre la guerra

El ministro de Exteriores incide antes de la cumbre entre Trump y Putin en que un alto el fuego es "el primer paso irrenunciable"

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros el martes en el complejo del Palacio de la Moncloa, en Madrid.
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares.Javier LizónAgencia EFE

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha mantenido este jueves una conversación con su homólogo ucraniano, Andrii Sybiha, tras el fiasco de España en la cumbre sobre la guerra en la que se abordó el próximo encuentro entre Estados Unidos y Rusia. Albares ha incidido, antes de la cumbre de este viernes entre Trump y Putin en Alaska, en que un alto el fuego es "el primer paso irrenunciable".

Albares, a través de las redes sociales, ha señalado que España "trabaja por una paz justa y duradera en Ucrania" y ha advertido de que "la seguridad y soberanía europeas también están en juego".

Este miércoles, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, logró participar in extremis en un encuentro virtual con los líderes de la denominada "coalición de voluntarios", el grupo de países que apoya a Ucrania y en el que España participa desde su puesta en marcha, donde se informó al presidente español de la reunión anterior que tuvieron varios aliados europeos (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Polonia y Finlandia), así como el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y Donald Trump y a la que no asistió Sánchez, que se quedó fuera.

La llamada Coalition of the Willing (coalición de los voluntarios) es un término que se popularizó en el contexto de la guerra de Irak de 2003, aunque se había usado antes en otros escenarios diplomáticos y militares para describir a grupos de países que se coordinan para una acción conjunta fuera del marco de organizaciones internacionales formales como la ONU o la OTAN.

En el caso de la guerra en Ucrania, se trata de una iniciativa liderada por Francia y el Reino Unido desde marzo de 2025 con el objetivo de garantizar la seguridad de Ucrania tras un posible alto el fuego. El grupo reúne a 31 países (fundamentalmente miembros de la UE y la OTAN, junto con socios como Reino Unido, Canadá y Noruega) que han prometido ir más allá del apoyo militar actual, aunque aún no se ha concretado fecha de despliegue alguno ni dimensiones precisas de la fuerza operativa.

El presidente Sánchez intenta contrarrestar la irrelevancia internacional a la que se está enfrentado recientemente tras negarse en junio ante la OTAN a cumplir con el compromiso del gasto del 5% del PIB en defensa; un movimiento que no sentó nada bien en buena parte de los aliados que ven la «excepción española» como un mal precedente.

Sánchez, según fuentes diplomáticas, es preso de los socios de izquierda que le sostienen y que se sientan con él en el Consejo de Ministros. Lo cierto es que el nuevo contexto geopolítico está poniendo muy difícil al Gobierno recuperar la influencia de la que gozó.

Los diplomáticos están preocupados a la par que decepcionados, porque, una vez más en la historia, ante un momento crucial para el devenir de Europa, España no se sienta en el puente de mando. Las fuentes consultadas en el mundo diplomático admiten que, por el momento, Madrid seguirá fuera de la toma de decisiones estratégicas para el rearme y la defensa comunitaria y la resolución de la guerra que libra Rusia en suelo europeo.

Y, en efecto, la política exterior no está siendo fuente de satisfacción para el presidente en los últimos días. Sin ir más lejos, España se ha quedado fuera de dos citas claves para el futuro de la guerra en Ucrania.

El pasado sábado, el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, citó a altos cargos de Francia, Alemania, Italia, Finlandia y Polonia para preparar las negociaciones sobre el conflicto. La cumbre, celebrada en Londres el 9 de agosto, contó con Reino Unido y su secretario de Estado para Relaciones Exteriores, David Lammy, como anfitrión.