En el auto se indica que no hay «pruebas suficientes» de un presunto delito de trato degradante en su actuación ante un intento de entrada de inmigrantes el 15 de octubre de 2014.

El juez de Melilla Emilio Lamo de Espinosa ha acordado el sobreseimiento provisional de la causa abierta contra ocho guardias civiles que estaban imputados por la presunta comisión de los delitos de tratos degradantes y lesiones en una «devolución en caliente» de inmigrantes, entre julio y octubre de 2014, que intentaban entrar en la ciudad autónoma a través de la valla que delimita la frontera entre Marruecos y España. En su resolución, el magistrado destaca que la entrega inmediata en la frontera de los inmigrantes a las autoridades marroquíes ha imposibilitado la práctica de diligencias indispensables para el esclarecimiento de los hechos, como es la toma de declaración a los afectados o el reconocimiento por parte del forense para determinar si sufrieron lesiones.

En cuanto al delito de lesiones, el instructor descarta que se pueda imputar el mismo a los guardias civiles, ya que no se ha podio constatar si las sufrieron por la actuación de los agentes. Y ello, añade el juez, porque resulta igualmente «razonable llegar a la conclusión de que las lesiones que presentaban pudieran deberse a impactos por precipitación, propias de la acción de trepar por la valla y descender o caer desde ella». Por ello, concluye que no se puede seguir la causa por este delito al no haberse al no haber quedado «debidamente justificada» su perpetración.

Respecto al delito de trato degradante, destaca que con los medios aportados a la causa (como las grabaciones) no se puede concluir que los agentes incurriesen en un «acto inequívoco y claro de sentido vejatorio de esos agentes contra los inmigrantes».

En todo caso, el juez deja claro que esas conclusiones «no implican que hayan desaparecido los indicios de delito», los cuales «siguen existiendo», aunque insuficientes para continuar con el procedimiento.