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Aznar apoyará al PP sin compartir actos con Casado

Dirigentes populares reprochan en privado a Abascal el «daño que está haciendo a la derecha»

El líder del PP, Pablo Casado ayer, respaldó el proyecto de capitalidad mundial para Jerez de la Frontera en dicho municipio /Efe
El líder del PP, Pablo Casado ayer, respaldó el proyecto de capitalidad mundial para Jerez de la Frontera en dicho municipio /Efelarazon

Dirigentes populares reprochan en privado a Abascal el «daño que está haciendo a la derecha» .

La precampaña coincide con la gira del ex presidente del Gobierno José María Aznar para presentar su nuevo libro «El futuro es hoy». Esto le permitirá tomar posiciones en público en defensa del proyecto de Pablo Casado, pero también ha decidido participar en actos electorales.

Génova no quiere interferencias en la campaña de Casado ni siquiera por parte de los ex presidentes del Gobierno, pero la «ayuda» de Aznar se da por descontada porque las provincias le «piden» y porque en la dirección nacional, aunque haya quienes recelan de la sombra del «aznarismo», no hay nadie que le vaya a decir que no asista a actos electorales del partido si ése es su deseo y así le reclaman desde las organizaciones territoriales. Esto sí sucedía en la etapa anterior, con Mariano Rajoy, pero con Casado el «aznarismo» ha vuelto a tomar posiciones en las listas electorales y Aznar estará en aquellos actos que cuadren con su agenda, pero «siempre sin coincidir con Casado», según confirman fuentes de la dirección popular.

Génova revisa su estrategia a medida que avanza la campaña al enfrentarse a un escenario incierto y absolutamente excepcional. Han debatido sobre la conveniencia de que se instale en la opinión pública la impresión de que Aznar maneja los hilos en la sombra, pero el ex presidente está en el equipo de Casado y es una figura en la que buscan además consuelo algunas de las organizaciones regionales de aquellos «feudos» en los que Vox parece que pisa con más fuerza. Así es en Andalucía, en Valencia, en Murcia o en Madrid, por ejemplo. Hoy Aznar estará en un mitin con la candidata a la Presidencia de la Generalitat, Isabel Boning. Aznar vuelve; Rajoy no parece que vaya a hacerlo después del choque que ha supuesto la elaboración de las listas y lo que en el «marianismo» entienden que ha sido «la liquidación de su herencia y sus representantes». Con los «fichajes» de las listas ya en el campo de juego los trackings del PP continúan colocándoles alrededor del 21 por ciento en intención de voto. Con Ciudadanos a la baja. Y con Vox que sigue creciendo, pero de manera mucho más contenida. En Génova trabajan ante estas elecciones con el mapa de provincias prioritarias que activan ante cualquier proceso electoral, pero esta vez tienen como principal referencia la competición con el partido de Santiago Abascal. En él aparecen esa veintena de provincias pequeñas y en las que el último escaño de no ir a Vox, en Génova insisten en que no sumaría al PP, según el reparto establecido en la Ley D´Hont.

La tendencia dentro del bloque del centro-derecha que avanzan los trackings más recientes señala que hay una bolsa de potencial votante de Vox que «se lo está pensando» y que puede ser determinante en la recta final de la campaña para decidir el nuevo Gobierno. En esto se explican decisiones estratégicas del PP, el apoyo de Aznar a Boning y a otros «barones», que llegará en el futuro, o el perfil «duro» o más conservador de algunos de los candidatos incorporados a las listas del PP. La obsesión en las filas populares por el «coste» de la fractura del voto del centro derecha es tal que desde el propio partido algún dirigente cercano y que mantiene relación con el líder de Vox le ha advertido incluso en privado sobre el «coste» y el «daño» que su estrategia política representa para el proyecto alternativo al Gobierno de Sánchez. Vox destroza el equilibro dentro del centro-derecha, e incluso está ayudando a que pierda fuerza la cuestión nacional frente al posicionamiento ideológico. Justo lo que busca el PSOE, la polarización entre la derecha y la izquierda. La confirmación de que Vox presenta listas en todas las capitales de provincia ha agravado la preocupación del PP ante un escenario en el que hasta ahora parece que el voto útil sólo está funcionando para el PSOE. A los populares no les interesa que se asiente la sensación de que la mayoría del bloque de centro derecha está asegurada, cuando los datos lo niegan. Pero tampoco les suma que se instale la percepción de que la victoria del PSOE es segura porque esto puede llevar a que su votante se desahogue emocionalmente en las urnas.