Exteriores
De las balas al Estado «genocida»: Sánchez escala el choque con Israel
El presidente del Gobierno cruza una línea roja propia al tratar de contentar a sus socios de coalición
El de ayer fue el enésimo encontronazo «oficial» entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el de Benjamin Netanyahu desde la ola de atentados de Hamas el siete de octubre de 2023 en suelo israelí. La embajadora española, Ana Salomón Pérez, volvió a recorrer la carretera que une Tel Aviv, donde está la sede de la legación, hasta el Ministerio de Exteriores, en Jerusalén, para ser amonestada.
Israel la convocó el miércoles tras lo que calificó como «duras declaraciones» del presidente del Gobierno, que ese mismo día en el Congreso de los Diputados dijo que nuestro país «no vende armas a ningún Estado genocida».
Sin comentarios
Fuentes diplomáticas españolas aseguraron a LA RAZÓN que no iban a realizar comentarios sobre el contenido de la reunión. Desde el Gobierno de Netanyahu tampoco emitieron comunicado alguno, lo que se interpreta como una voluntad compartida de no seguir ahondando, aún más, el conflicto diplomático que ya es un abismo entre los dos países.
Hasta esta semana Pedro Sánchez se había cuidado mucho de pronunciar la palabra «genocidio» junto al nombre del país hebreo por razones evidentes. Durante el año y medio que ya dura la brutal guerra en la franja de Gaza, que ha matado a más de 45.000 personas, han sido varios los miembros del gobierno de coalición que lo han hecho abiertamente.
Sin embargo, Margarita Robles ha sido la única ministra socialista en llamar a la campaña militar israelí hace ahora casi un año «un auténtico genocidio», con el consiguiente follón diplomático. La Embajada de Israel en España la acusó de «hacer suyo el relato de los terroristas de Hamas». El titular de Exteriores, José Manuel Albares, nunca ha cruzado esa línea y, de hecho, tal y como publicó este periódico se vio con el nuevo jefe de la Diplomacia hebrea, Gideon Saar, en la pasada Conferencia de Seguridad en Múnich. Ha sido firme contra la ofensiva sin cuartel contra los civiles gazatíes pero sin dejar de considerar en público a Israel como un "amigo de España".
A dos aguas
Es posible que en la respuesta a Rufián esta semana en el Congreso, el jefe del Ejecutivo haya vuelto a hilar fino pese a la evidente subida de tono porque, en puridad, no dijo que Israel fuera genocida ya que no pronunció el nombre: «Le puntualizo una cosa señor Rufián: nosotros no comerciamos con un Estado genocida. No lo hacemos, señoría. Y creo que el otro día desde esta tribuna especifiqué precisamente de qué estábamos hablando cuando se hablaba de algunas cosas que no se ajustan a la verdad». Quizá fue una respuesta calculada para no llegar al extremo de Robles y, al mismo tiempo, contentar a sus socios de Sumar.
El último choque con Israel tuvo lugar hace apenas dos semanas. El 24 de abril, Sánchez anunció la rescisión de un contrato de compra de balas a una empresa israelí para preservar la coalición. Se trataba de un contrato con la empresa IMI Systems para la compra de 15 millones de balas para la Guardia Civil por importe de 6,6 millones de euros.
La reacción de la Administración israelí fue entonces mucho más furibunda que la de esta semana. Condenó «enérgicamente» la decisión del Gobierno de Sánchez al considerar que estaba «sacrificando consideraciones de Defensa» por otras de signo político y que se colocaba «en el lado equivocado de la Historia».
Sin embajador
La de ayer no es la primera vez que Ana Salomón Pérez es convocada a Jerusalén para ser abroncada en persona. Las reiteradas críticas a la guerra en Gaza fue caldeando el ambiente hasta la ruptura definitiva en mayo de 2024, cuando el Gobierno reconoció al Estado palestino. Inmediatamente después de aquel gesto, el primer ministro israelí llamó a consultas a su embajadora en Madrid, Rodica Radian Gordon, y nadie ha vuelto a ocupar su plaza.
Desde ese momento, el cargo de jefe de misión de la legación hebrea ha estado desierto y las relaciones entre ambos países han sido gélidas. La Embajada se mantiene aún al nivel del encargado de Negocios, Dan Poraz.